Ojos Esmeralda.

Capitulo 23.

•Narra esmeralda•

Hoy es el día. La subasta se llevará a cabo en el salón de eventos de un hotel de aire antiguo.
Asistirán personas ricas, poderosas y como no mafiosos. Los hombres de mi vida insisten en que yo no tengo que ir.

Pero es imposible, si yo hice esa hermosa obra quiero ver quién se la va a llevar.
Después de hecha no quise subastarla, ni venderla, me la quiero quedar para mi. Es realmente hermosa.

Estoy en el vestier de mi cuarto arreglandome, mi cabello ya esta listo, cae por mi espalda en cascadas con pequeñas ondas, mi maquillaje suave y natural, termino resaltando mis labios con un labial rojo oscuro.

Lo que mas me gusta son las prendas que terminan por darle ese toque brillante y elegante a mi apariencia. Un collar grueso de diamante puro con pequeños cristales de rubíes adorna mi cuello, del lóbulo de mis orejas cuelgan unos aretes no tan grandes de brillante y una pulsera gruesa que hace juego con el collar. Todo diseñado por mi.

Mi vestido, rojo, escote en forma de corazón, ceñido al cuerpo hasta llegar a mis caderas, un corte desde mi muslo derecho hasta el piso deja mi pierna expuesta. Lo he comprado de un diseñador famoso se lo encargue desde el año pasado en mi viaje por medio oriente.

Recuerdo que le llame para ver en que parte del mundo se encontraba, me convenció de que llegara a Líbano, Beirut. Pase tres días con él. Le conté sobre la subasta y estaba encantado en asistir pero para este tiempo estaría lanzando su nueva colección de vestidos de novia. Muchas veces me llama para que vaya a Roma a ayudarlo con los accesorios que tendrían que usar sus modelos y yo encantada enseguida corro a ayudarlo.

Me pongo el vestido, cuando escucho que tocan a la puerta.

-PASA- grito para que me escuchen.

-dónde estas metida?- pregunta Joel.

-aquí en el vestier, ven a ayudarme-

Joel pasa hasta el vestier, se ve hermoso y sexy en ese traje negro de Gucci. Sus ojos se abren como platos al verme. Si Sofi lo viera estuviese babeando.

-sigo insistiendo en que no deberías ir, te ves muy hermosa como para ir a ese evento donde solo hay personas hipócritas y peligrosas-

-ya calla Joel, ayúdame con el cierre del vestido- le doy la espalda y me ayuda.

Me pongo perfume y bajo al primer piso de la mano de mi hermano mayor donde nos espera papá y Eduardo.

-mi niña te ves tan hermosa- papá me halaga con un brillo de orgullo en los ojos.

-no te quedas atrás papi- su traje azul oscuro le queda a la perfección, podrá ser un hombre mayor pero su físico atrae mas de una mirada y suspiros de mujeres de todas las edades; le doy un beso en la mejilla.

-matare a cualquiera que se acerque a mi princesa a menos de un metro- mi hermano usa un traje negro D&G.

-ya Eduardo, no exageres- le digo.

Tio Kevin aparece por las escaleras agarrado de la mano de su mujer. Cristina viste un hermoso vestido negro de mangas largas, tambien del mismo diseñador que el mio, Elie Saab. Una mujer muy elegante y hermosa.

-creo que esta noche pasaremos vigilando a estas dos hermosas mujeres- Alex baja por las escaleras y encima de él en su espalda como si fueran un par de niños, Jackson.

-Jackson bájate de encima de tu hermano, vas a arrugarle el traje-

-no pasa nada mamasita- este toma a su madre de la cara con sus dos manos y le da un sonoro beso en la mejilla.