•Narra Allan•-mi ángel apúrate- juego con mi arma dorada entre mis manos. mañana tengo que solucionar un problema con un hombre africano que no me ha enviado un cargamento de diamantes.
-aja..- intenta hablar sin que se le caiga el ganchito que tiene entre los dientes mientras se arregla el cabello.
La miro de cabeza a pies, es tan sexy mi mujer, quisiera tenerla desnuda todo el día para pasar mis manos por su suave piel y verla sonrojarse. Suspiro profundo, solo si supiera mis métodos para manejar mis negocios, me pone nervioso, se dará cuenta que soy un monstruo, no quiero que me tema. Se muy bien que soy muy cruel con las personas que lastimo, pero es que si no fuese por mi crueldad entonces nadie me temería.
Me levanto de la cama, guardo mi arma en mi espalda y me acerco a ella, paso mis brazos por su cintura y acerco mis labios a su oreja.
-si no te apresuras, entonces te voy a desvestir, despeinarte, tirarte en mi cama y hacerte mía... Uno- empiezo a contar, dejo un beso en su cuello lo que provoca que se erice.
-dos...- me empuja a un lado y corre a buscar sus zapatos y su pequeña cartera, se aplica perfume y se para frente a mi.
-estoy lista!- sonríe y yo la miro serio.
-hubiese preferido llegar a tres y hacer lo que te prometi- rueda los ojos.
-ya calla Allan. Vamos a una cena con mi familia- deja un corto beso en mis labios y se aleja tomándome de la mano y jalándome.
-eso no fue un beso, ni siquiera tocaste mis labios- sigue arrastrándome por toda la casa hasta llegar a la puerta.
-ya deja de quejarte. Si te beso se me va el labial-
-puedes volver a ponerte labial-
-AL! Ya vámonos- me jala con fuerza y salimos de casa para ir a casa de mi suegro que ya ha llegado de su larga luna de miel.
-deberíamos hacer como tu padre..- mi mano descansa en su muslo descubierto por el vestido que lleva puesto, acaricio su suave piel provocando que se erice.
-qué?- me mira con una hermosa sonrisa que nunca me cansaré de ver.
-pasar cuatro meses de luna de miel.. Aun conservo lo que te pusiste esa primera vez de recién casados- la miro fijo por unos segundos hasta que esta completamente roja, y vuelvo mi vista al frente.
-Allan..!- me encanta cuando se ruboriza y quita su mirada de la mía. Me río, me acerco a ella y le doy un corto beso.
Apenas llegamos mi ángel corre hasta su padre que la recibe con los brazos abiertos.
-papi te extrañe! Muchas, muchas felicidades para ustedes. Te amo papi- mi suegro la abraza por la cintura y ella por su cuello casi ahorcando lo y le da muchos besos.
Siento un poco de celos, pero me reconforta la idea de que ella ahora ya vive conmigo.
Sofi y mi ángel han organizado una cena de bienvenida para Antonio y Sally. Sus molestos primos tambien han venido con sus padres y como es de esperar Jeff y Frank tambien estan. Natalia y Giselle están presentes acompañadas de sus parejas que me miran con precaución.
-no los intimides AL!- me regaña mi mujer parándose a mi lado sin que el resto escuche.
-no lo hago..- me defiendo.
-mira nada mas como te miran.. Queremos pasar una velada tranquila-
-no es mi culpa que me tengan miedo- paso mi brazo por su pequeña cintura.
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Ojos Esmeralda.
AcciónEsmeralda Parker, 20 años. Los hombres de su vida: sus dos hermanos y papá. Consentida pero no malcriada. Lleva una vida tranquila, le encanta contemplar el mar. Su vida cambiará una tarde al llegar a casa, se entera de que los hombres de su famili...