Capitulo 12.

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Estoy en mi oficina en la joyería, no vengo todos los días, por la universidad pero los días que tengo libre vengo a trabajar.
Tengo un lápiz en la mano y una hoja en blanco, mis pensamientos están en un hombre hermoso de mirada zafiro, suspiro profundamente.

Hasta donde puedo llegar a quererle?
Es posible querer a una persona en tan poco tiempo de haberle conocido? Sin darme cuenta el papel que estaba hace unos segundos en blanco ya tiene trazos encima.

Allan.. su forma de mirar, hablar, acariciarme, me hacen sentir única, especial. Como si de verdad fuera un ángel.

Habrá tenido algún romance antes que yo? No me ha dicho nada sobre eso, pero siempre resalta que él nunca ha estado enamorado ni pensaba estarlo; que yo llegué para hacerlo cambiar de opinión.

A leguas se nota que las mujeres le caen como hormigas a un dulce; las veces que hemos salido juntos me he dado cuenta que muchas lo voltean a ver aun estando acompañadas de sus parejas, pero él no se si lo hace a propósito o en realidad no le importa y actúa como si nada.

Los hombres lo miran con envidia, y claro, como no hacerlo. Allan irradia seguridad, control, fuerza, seriedad y sobretodo logra intimidar a cualquiera con solo mirarlo a los ojos un segundo.

Su altura y musculatura le ayudan a lograr esa aparencia, no tengo idea de hasta donde podría llegar a ser tan malo pero conmigo ha demostrado no tener maldad, ni ser violento. Me ha tratado con total respeto, cariño, tan delicado como si fuese el cristal mas frágil que en cualquier momento podría partirse.
Tenemos un par de semanas de estar saliendo y conociéndonos.

Mi celular suena, sacándome de mis pensamientos, cuando veo su nombre en la pantalla mi sonrisa se ensancha.

*-hola-

-hola mi hermoso ángel, que haces? Pensando en mi?- cómo lo sabe?

-que te hace pensar que estaba pensando en ti?- bromeo.

-bueno digamos que lo presiento, estaba en una reunión muy aburrida y de repente recordé tus ojos y mi corazón se acelero; entonces supuse que estabas pensando en mi- río de solo pensarlo.

-Allan, si, estaba pensando en ti- confieso sintiéndome idiota.

-quiero verte hermosa, te parece si paso por ti? Podemos ir a algún lugar a cenar y luego a dar un paseo?- propone.

-suena bien, a dónde iremos a pasear?-

-no te diré, te vas a sorprender-

-esta bien, entonces pasa por mi a las nueve a mi apartamento-

-nos vemos mi ángel, te quiero- y cortamos la llamada.

"Te quiero" cuando lo dice, suena tan sincero. No es una palabra que sale con fluidez y normalidad. Es una palabra que suena sincera, con sentimiento y valor. Solo fue hace un par de días que lo dijo y yo estaba tan sorprendida pero emocionada.

Cuando regreso la mirada a la hoja encuentro un boceto hermoso, las alas de un ángel abiertas, tan delicadas que parecen suaves. Entonces se me ocurre una idea; salgo disparada a la gran caja fuerte de la joyería, saco una esmeralda y voy enseguida al cuarto donde se lleva a cabo el proceso de darle forma a las piedras.
Miro la hora, diez de la mañana, tengo que apurarme si quiero que este listo para la noche.

•Narra Allan•

Llego por Esmeralda, no se que me pasa con esta mujer, me ha hechizado, la paz y la tranquilidad que emana de ella me hace olvidar por un momento toda la mierda que me rodea.

-hola AL- saluda acercándose a mi.

-hola mi hermoso ángel- lleva un vestido azul rey con mangas largas, corto por encima de las rodillas, su cuerpecito perfecto me trae loco.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora