Capitulo 10.

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Narra Allan

Estoy feliz, nunca en mi vida me había sentido así. Parezco un adolescente y no un hombre de 25 años.

No se que hizo esa mujer en mi, pero agradezco que haya aparecido. Esa energía pura que desprende de ella me gusta.

La llevare al mejor restaurante, aunque al parecer a ella eso no le importa. No parece una mujer que los lujos la impresionen a pesar de que su trabajo este relacionado con piedras preciosas con valores extremadamente altos.

Si le encanta la playa, entonces ya se a donde llevarla.

Estoy en mi oficina en uno de mis edificios, pensando en si llamarla o no, cuando la puerta se abre bruscamente y entra Jace acelerado.

-a que no a divinas que acaba de suceder?- dice. Lo miro fijamente esperando a que prosiga.

-le han robado la mercancía a los Parker, las mulas que iban ayer de Amsterdam a Haarlem, iban cargadas de armas y otras de diamantes camuflados en sacos de azúcar-

-cómo? Quién fue?- pregunto.

-hasta ahora no se quién fue ni cómo fue, pero lo mas seguro es que te culpen a ti- seguro que si, yo soy el único que puede contra los Parker, pero esta vez no soy yo.

-hay que investigar quién fue, los Parker no se quedaran de brazos cruzados y van a querer venganza, no quiero problemas con ellos. Estoy interesado en saber quien ha osado en meterse con ellos...-

No me dan miedo los Parker, algún día los necesitare de mi lado, por eso no los he matado.
Son buenos en lo que hacen y mientras ellos estén tranquilos y no nos crucemos, todo esta bien.

-ya tengo hombres investigando, esperemos un rato a ver que pasa- toma asiento, esta inquieto y eso me exaspera.

-no quiero desorden, el país esta tranquilo y nadie lo va a descontrolar mientras yo siga vivo. Los Parker son inteligentes, no se que puedan hacer, pero al igual que yo no van a querer formar escándalos; hay que estar pendientes-

Su sonrisa maliciosa y su molesto tic de mover las piernas impaciente, ya me exaspera. Le miro fijamente con clara amenaza, obediente se pone de pie y sale.
Le gusta que nuestros enemigos sufran alguna desgracia.

Paso el resto de la tarde solucionando problemas, revisando mis finanzas y organizando asuntos importantes.

-Allan ya se quien fue- Jace entra sin esperar a que le de permiso. Su felicidad me parece estupida pero así es él. Disfrutando del mal ajeno.

-siéntate Jace, habla- hace lo que le pido.

-Recuerdas el día de la reunión que Edgar propuso meterse a la finca de Parker?- hago memoria y recuerdo, les dije a los brutos que no cometieran semejante estupidez.

-si recuerdo- Jace continua contando.

-bueno, Edgar creyó que robándoles las mulas iba a ganar algo a cambio-

-sabes que harán los Parker?- eso es lo que mas me importa, los movimientos de éstos.

-no, no tengo idea. Sabes que son inteligentes y actúan rápido y sin errores, no le cuentan a nadie que harán sino hasta cuando están por hacerlo-

-lo importante es que ellos sepan que no fui yo, no me interesa lo que hagan con Edgar-

Jace sale a hacer unas vueltas, yo tengo que reunirme con un hombre que me debe dinero.
Salgo de mi oficina y conduzco hasta la casa del pobre diablo, no me toma mas de una hora solucionar con el hombre.

-señor Allan Axel, que bueno tenerlo por aquí- esta nervioso, se pone de pie asustado al verme dentro de su casa.

Me gusta causar miedo en las personas, menos en una, recuerdo esos bellos ojitos esmeralda, tengo que terminar con esto rápido, hoy tengo una cita con la Esmeralda mas hermosa del mundo.

-Señor Jack, seré directo y rápido, no vine a perder tiempo; tienes lo que me debes si o no?- pregunto con voz firme, el hombre esta blanco como un papel, suda y le tiemblan las manos.

-señor Axel siéntese, quiere tomar algo?- esa no es la respuesta que quiero escuchar; lo tomo del cuello con ambas manos, lo estampo contra la pared mas cercana y aprieto.

-si o no?- el hombre que de estar blanco pasa a estar morado, mueve su cabeza en un gesto de negación.

-que lástima, te di dos oportunidades de pagarme y te advertí que ésta era la última, nos vemos en el infierno- le sonrío y hago mas presión con mis manos, el pobre lucha por tratar de soltarse y buscar aire.
El que me la debe, la paga.

Listo, un problema menos, lo dejo caer en el suelo y salgo de esa casa, todos saben que es mejor no jugar conmigo pero éste señor no lo tenía claro.
Regreso a mi oficina, mis cuentas cambian cuando un endeudado muere sin pagar.

Ahora si, tengo que llamar a la culpable de mi buen humor.

*-hola?- por fin escucho algo bueno hoy.

-hola hermosa, cómo estás?- demasiado hermosa para mi, me encanta como se sonroja cuando le digo así.

-bien y tu?- habla con voz tímida.

-bien, esperando a que llegue la noche-

-y eso? Dormirás temprano hoy?- ahora bromea esta mujer?

-no para nada, tengo una cita muy importante con la Esmeralda mas hermosa que mis ojos han visto, pero no se a que hora tengo que pasar por ella- le sigo el juego.

-tal vez ella querrá que pases a las ocho y treinta por su apartamento..-

-sabrás donde queda su apartamento?- me da la dirección y en mi mente enseguida ubico donde vive, sino fuera por Jace que entra como huracán a la oficina y sé que tiene que decir algo importante no me despedido de Esmeralda.

-los Parker viajan a Amsterdam hoy mismo y ya saben quién fue- eso es bueno, dentro de poco ya habrá una cabeza menos en la mafia, Edgar no es importante.

Salgo del edificio en mi carro para dirigirme a mi casa; en un semáforo en rojo observo distraídamente las tiendas que hay por ahí, mis ojos se detienen en la vitrina de una joyería, una cadena con un ojito verde colgando, no lo pienso dos veces, bajo del carro y la compro.

Llego a casa me doy un buen baño y me visto de traje negro como la mayoría de veces.

Salgo a las ocho en punto, me toma media hora en llegar por mi ángel; le mando un mensaje de texto avisándole que ya estoy abajo. Me bajo del carro para esperarla. Y mientras, mando un mensaje a Jace.

Alzo la vista cuando la puerta del edificio es abierta, sin palabras, esa mujer me deja sin palabras. Ella es un ángel en carne y hueso, ese vestido blanco que lleva combina a la perfección con sus accesorios verdes incluyendo sus ojos esmeraldas, que bueno que no lleve nada en el cuello así podré ponerle mi regalo.

La suave brisa le desordena el cabello, y su sonrisa.. Creo que tendré que morderme la lengua y tragarme por primera vez mis palabras de que nunca me enamoraría. Que me ha hecho ésta mujer?

Una sonrisa de bobo me delata. Esta mujer sin ninguna intención ha grabado su nombre en mi piel, en mi mente, en mis ojos, en mi alma.

Estoy jodido ya tengo un punto débil. Nadie puede enterarse de ella, menos los Parker; se supone que ni ellos ni yo tenemos puntos débiles.

Se acerca a mi tímida, la rodeo con mis brazos y dejo un beso en su frente; la guío hasta la puerta del carro, la abro y la ayudo a entrar.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora