Capitulo 4.

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-papá el profesor dice que mis bocetos son perfectos, y mis diseños excelentes- digo emocionada.

-me alegro mucho hija, estoy muy orgulloso de ti. En el momento que quieras puedes ir a la joyería y empezar a trabajar con tus diseños- me regala una sonrisa que amo verle en la cara.

-¿de verdad? No quieres esperar a que termine la carrera?- esto es una muy buena noticia.

-claro hija, la joyería tambien es tuya, cuando quieras llegas y empiezan a trabajar. Tu eres la que te harás cargo de ella, tus hermanos están muy ocupados en otras cosas como para que se hagan cargo- me levanto de la mesa, lo abrazo y le doy muchos besos, lo amo tanto.

-yo quiero ver esos diseños, no es justo que hablen de ellos y yo no los haya visto- se queja tio Kevin.

-apenas terminemos de cenar te los muestro tio- prometo.

Después de la cena busco mis bocetos y nos sentamos en la oficina de papá.

-sobrina quiero que diseñes un anillo de aniversario para mi y mi esposa, me los mandas para el próximo mes- esta claramente encantado con mis diseños.

Le prometo que lo haré y que quedara Cristina enamorada de su regalo.

Durante la semana tengo muchos trabajos en la universidad y evaluaciones y para concentrarme iba al atardecer a la playa y me quedaba hasta tarde estudiando, hasta que mi papá o uno de mis hermanos me llamaban. La semana mas difícil pasa y los resultados de las evaluaciones valieron la pena, estoy feliz.

-Hermosa Esme hoy estuvimos jugando fútbol en el cole, y adivina qué?- estoy con Lucas en la playa comiendo helado.

-Que? Ganaste?- le respondo.

-no hermosa Esme, aparte de ganar soy muy buen jugador, de grande quiero ser futbolista así como Leo Messi o Cristiano -

-eso esta muy bien Lucas, se que vas a lograrlo. Eres muy apasionado en las cosas que quieres, si te lo propones seguro llegas a cumplirlo- terminamos nuestro helado mientras Lucas sigue haciendo preguntas y yo contestando. Es tan curioso este niño.

Nos subimos a mi carro, llevo a Lu a su casa y yo llego a la mía; esta vez están parqueados los carros de papá y mis hermanos y el de tio Kevin.

Joel y Eduardo estan en el patio jugando con una pelota de fútbol, no se han dado cuenta que he llegado. Llevo mis zapatos en la mano, los dejo a un lado y me acerco a ellos, le quito la pelota a Eduardo y me alejo un poco, ellos se miran uno al otro y luego a mi.

-oh oh esa mirada- no termino de hablar cuando ellos corren hacia mi, salgo disparada corriendo para que no me atrapen, pero como son dos contra uno me atrapan, caemos al suelo y ellos encima de mi.

-auxilio! ayuda! me asfixian!- chillo y a la vez rio.

-oigan enserio están pesados quítense, ya no puedo mas- me quejo empujándolos se quitan de encima y me ayudan a levantarme.

Enseguida le doy un abrazo a Eduardo, Joel sale corriendo para que no lo abrace, mis brazos rodean su cintura, cuando voy quitando mis brazos siento algo duro en la espalda baja de Eduardo.

Lo miro y él cierra los ojos con fuerza, alzo su blusa azul y saco ese objeto duro, metálico y pesado, cuando veo lo que hay entre mis manos no lo puedo creer.

-Eduardo...- susurro asustada, confundida.

Él mira al suelo, miro hacia la casa y encuentro a Joel mirándonos con cara de preocupación, salgo disparada hacia la casa.

-PAPÁ, PAPÁ- grito apenas entro y camino furiosa hacia la oficina, entro sin tocar, no me parece necesario hacerlo pues creo que ya ha escuchado mis gritos.

Me encuentro con tio Kevin sentado en frente de la mesa de papá, volteo a ver a papá.

-mira con que carga Eduardo- estiro mi mano donde tengo el arma, no dice nada se queda viendo mi mano.

Joel y Eduardo entran a la oficina, todos están callados, papá reacciona y me quita el arma de las manos, le hace una seña a Eduardo para que se acerque y se la entrega, quedo atónita.

-que te pasa? como se te ocurre devolvérsela? Acaso Eduardo es policía encubierto y yo no lo se? - todos siguen callados, papá me mira directamente a los ojos.
No entiendo que necesidad hay de que ande armado.

¿Qué pasa? ¿Por que todos están raros? ¿Por que tanto silencio y misterio?

Papá se levanta de su silla y va a sentarse al mueble doble que esta del otro lado de la oficina, me hace un gesto con la mano para que me siente a su lado.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora