Capitulo 45.

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•Narra Esmeralda•

-por que demoraste tanto?- casi no puedo abrir bien mis ojos por el sueño.

-estábamos solucionando lo del alemán y el tiempo pasa rápido. Pero ya estoy aquí hermosa. Sigue durmiendo- me da un beso en la frente, me arropa bien con la cobija y camina hasta el baño.

Después de quince minutos sale del baño, y viene a acostarse a mi lado, está sin camisa y solo usa un pantalón  de algodón, y la cadena que nunca se quita del cuello, se acomoda en la cama de forma que queda de lado mirándome.

Le sonrió al hombre de mi vida, al ver como me mira.

-no te has dormido- como respuesta me acerco a él, paso una pierna por encima de las de él y junto mis brazos para ponerlos entre el pecho de los dos.

Inmediatamente me abraza y mete su cabeza en mi cuello, provocando que me erice mientras él sonríe por mi reacción. 

-como están todos? Los chicos, papá y tio Kevin?- hablo medio dormida.

-todos están bien. Eduardo quería que te llevara ahora mismo a Harlem, pero tu papá y Joel coincidieron en que tu sabes cuidarte solita y que si ya pasaste varios días conmigo y no te paso nada, entonces puedes pasar unas horas mas a mi lado. Mañana temprano tengo que regresarte con tu familia. Aunque muero por no dejarte ir y tenerte aquí en mi isla por el resto de mi vida- me tranquiliza saber que mi familia esta bien; pero me pone triste saber que ya no voy a dormir por un buen tiempo al lado de mi amor. 

-no quiero separarme de ti AL, no se que haremos para que mi familia acepte nuestra relación-

-no te preocupes por eso, ya veremos que hacemos; será difícil pero no imposible. Voy a extrañar dormir al lado de mi hermoso ángel de ojos esmeralda. Te amo- me acerco mas él aunque ya no se puede, estamos bien pegados.

-yo te amo un montón AL-

-descansa, es tarde y los dos tenemos que dormir- me da un beso en la frente y me dejo llevar por el sueño.

Despierto, Allan sigue dormido; no voy a molestarlo, ayer llego tarde, con cuidado me levanto de la cama y voy a ducharme y vestirme.
Una hora después estoy lista, salgo del cuarto y escucho a Allan hablar por celular en su cuarto.

Me acerco y lo encuentro parado enfrente de la puerta de vidrio que da a la terraza.

**-si, apenas estemos listos vamos. Ya. No seas tan intenso. Bueno. Di lo que quieras, ella esta conmigo. Por mi la dejo aquí para siempre, pero ella quiere ir a verlos. Ya Eduardo deja de molestar tan temprano. Bueno. Adiós-**

Allan suspira de frustración. Sigue vestido con la bermuda de algodón y su hermoso y tonificado torso desnudo, miro bien su tatuaje y es perfecto, puedo verlo claramente, es idéntico a las alas que le regale.

-Eduardo te esta molestando tan temprano?- voltea y me mira de arriba a bajo muy detenidamente, me ruborizo enseguida. 

Llevo un vestido corto por encima de las rodillas verde esmeralda, el cabello suelto y sin accesorios. Sonríe y se acerca a mi muy despacio, su pecho decorado con la cadena de la que cuelga el ojito y las alas.
Cuando está lo suficientemente cerca de mi, pasa sus manos por mi cintura y me atrae a él.

-hola hermosa, buenos días- tengo que alzar mi cabeza para verlo a la cara.

-buenos días AL- me da un beso en la frente. Mis manos descansan sobre su pecho sintiendo el latir de su corazón.

-tu hermano esta que me mata, dice que ya es tarde y que teníamos que haber salido hace rato. Dice que si no hemos salido dentro de una hora va a venir él mismo, me matará y te llevará con él-

-es un exagerado- Allan acaricia mi cara con su nariz.

-tenemos una hora para alistarnos, hay tiempo de sobra para que te consienta- empieza a darme besos por la cara y bajar a mi cuello, para terminar en mis labios.

Cuando el ambiente sube de temperatura me alejo un poco.

-que pasa?- sonríe y mete su cara en mi cuello depositando besos cortos.

-no creas que he olvidado tu falta de ayer. Como puedes ser tan irresponsable? Allan ni siquiera me llamaste para decirme que estas bien o algo- saca su cara de mi cuello y me mira aun sin soltarme.

-mi ángel, te juro que se me paso, pero en ni un momento deje de pensarte...- lo interrumpo.

-Allan, eso no es escusa. Si de verdad no dejabas de pensarme porque no llamaste o por lo menos me hubieses mandado razón con alguno de los gorilas que están aquí? Tengo que buscar por mis propios medios la forma de comunicarme contigo? Que tal si..- Allan me calla pegando sus labios a los mios, intento zafarme de su agarre pero no me deja, entonces no tengo otra opción que seguir su beso.

No puede ser soy tan tonta! he dejado que me calle con un beso. Intento apartarme de él pero sigue sin dejarme ir, decido poner fin a esta escena y le muerdo el labio. Inmediatamente se aleja de mi.

-pero por que me has mordido?.. Oye eso no es romántico si muerdes así de duro- toca con sus dedos su labio para ver si sangra, pero no le he mordido tan fuerte como para causarle daño.

-fue tu culpa, no me dejabas apartarme. Quieres distraerme para no darme explicaciones. Ahora vas a hablar y contarme que sucede con el alemán- me cruzo de brazos y le miro fijamente.

-en serio? Interrumpes un beso para saber del idiota alemán?- Allan habla y se queja.

-si Allan-

-esta bien. Al alemán lo llevaron a una cárcel fuera del país, y lo van a dejar encerrado por el resto de su miserable vida-

-y como es eso de que a él lo lleven a la cárcel y a ti, a papá y los chicos no? Todos están metidos en ese asunto de la mafia- suspira, da unos pasos y regresa a pararse en frente de mi.

-hermosa, tu no has comprendido cuanto poder tengo como para manejar todo el país. Tengo influencias por todos lados, son.. Son muchas cosas que puedo hacer, pero no es necesario que sepas todo eso. No tiene importancia. Olvidemos el asunto del alemán y sigamos nuestras vidas; jamas y nunca alguien va a volver a meterse contigo- toma mi cara entre sus grandes manos y acerca sus labios a los mios, apoyo mis manos en su cintura.

-tienes razón, no se hasta donde tienes poder. AL no se que pensar de todo esto, tu, mi papá, mi tio, los chicos, todos los que me rodean están metidos en una vida que nunca imagine que tenían. Me toca aceptarlo porque si los dejo y me voy, estaría sola todo el tiempo y eso es lo que menos me gusta, estar sola. Tengo miedo, tengo mucho miedo de lo que pueda pasarles, tuve miedo cuando te vi herido, cuando nos atacaron los hombres del alemán; AL pueden pasar tantas cosas yo...- nuestros labios se rozan cada vez que hablo, Allan me interrumpe juntando nuestros labios pero sin moverlos, luego apoya su frente en la mía y nos miramos.

-no pienses en eso mi amor. Olvida todo lo que nos rodea, eso no te va a afectar. Y perdóname mi ángel por haberte hecho pasar por ese susto con el alemán, eso nunca se va a repetir. No quiero que tengas miedo, te voy a cuidar con mi propia vida hermosa. Eres mi ángel y no voy a permitir que te pase algo. Te amo con mi alma- Allan me besa y yo le correspondo.

-es mejor que vayas a bañarte y alistar antes que uno de mis hermanos vuelva a llamar- sonríe todavía con nuestros labios unidos.

-no me quieres acompañar? Tenemos un poco de tiempo- me guiña un ojo.

-no AL. Ve rapido, yo estoy lista- golpeo su hombro, estoy ruborizada por su proposición, ríe y hace su camino al baño y yo salgo para bajar a esperarlo en el comedor para desayunar.

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora