Ojos Esmeralda.

Capitulo 8.

-Hija, cuando dejarás de comportarte así con nosotros? No crees que ya nos castigaste suficiente?- estamos almorzando en el comedor. Estas semanas me he sentado a comer sin decir palabra y cuando terminaba simplemente me encerraba en mi habitación o salía de casa.

-Esmeralda sabemos que es difícil para ti, sobre todo en la forma que te enteraste pero ya deja de ser así con nosotros- Eduardo habla con fastidio.

-lo siento, pero es que me siento estúpida por no darme cuenta, todo lo que estaba pasando frente a mis ojos y no me daba cuenta-

-Evitábamos al máximo que te dieras cuenta de algo, igual eres muy despistada- Joel me mira con cara de disculpa.

-solo quiero asimilar la situación, quiero saber que hacen, las cosas que puedan suceder, si a mi me puede pasar algo...- soy interrumpida.

-no es necesario que sepas toda la mierda que hacemos y en la que estamos metidos, es mejor para ti- mierda? Si lo dice así es porque no hacen nada bueno. No soy tonta, se que todo el asunto de la mafia es problemas y peligro, muertes.

-Joel tiene razón hija, estas cosas son muy complicadas, pero puedes estar tranquila que a ti nada te va a pasar, nadie sabe que tengo una hija por eso permito que salgas y andes por ahí sola. Estoy tranquilo porque se que nadie te hará daño, a parte ya sabes defenderte sola- dice papá con una media sonrisa en la cara.

-y que pasa con ustedes? Si les llega a pasar algo, que hago? No me pueden dejar sola, los necesito- mi voz se corta por culpa del nudo que se instala en mi garganta pero no lloro. De solo pensar que les pueda pasar algo por culpa de ese negocio me vuelve loca.

-por nosotros no te preocupes Esme, tenemos seguridad todo el tiempo, los chicos son muy buenos en su trabajo no dejarían que nos pasara algo- habla Eduardo para tranquilizarme pero no lo logra.

-mamá sabia de esto?- necesito quitarme esa duda.

-si hija, ella sabia, y discutíamos varias veces desde que tus hermanos se metieron en el negocio- papá se nota que esta triste.

-iban a contarme alguna vez o simplemente me iban a mantener a un lado?-

-estaba esperando el momento adecuado para contarte hija. Pero te adelantaste-

-no crees que ya soy una adulta y como tal puedo entender? Soy parte de esta familia y tengo que saber lo que pasa en mi familia- hablo enojada.

-eres adulta hija, entiendo tu enojo pero el tema de la mafia es complicado y no tienes porque relacionarte con ese tema-

Se hace un silencio, miro a papá y él me regresa la mirada. Suspiro profundo y asiento con mi cabeza. Que mas da? Tengo que aceptarlo, llevan años en esto de la mafia y se que salir de ella no es tan fácil, si no es por decirlo, imposible.

-bueno son la una y media, tenemos que ir a trabajar- Joel se levanta de su puesto, Eduardo y papá lo siguen se despiden de mi dándome un beso en la frente.

-cuídense por favor- les ruego.

De ahora en adelante cada vez que salgan de casa estaré muy preocupada. Por mi cabeza pasaran miles de escenas de ellos estando en peligro. Resoplo cansada, esto sera muy difícil de sobrellevar.

Intento descansar un poco y en la tarde voy por Lucas para ir a la playa.

-Blanca como estas?- estoy en la casa de Lucas esperando a que termine de vestirse.

-estoy bien niña Esme y tu como estas?- no se ve bien, parece que algo la tiene mal. Sus ojos se ven cansados, su piel esta pálida y esta sin energías.