Capitulo 3.

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Al pasar los días Lucas ha cambiado, es un niño mas creativo, sus ojos tienen un brillo especial y quiere comerse el mundo con tanta información que esta aprendiendo en el colegio. Eso me llena de orgullo.
Nos hemos encontrado una vez mas en el mismo lugar de siempre para estudiar.

-Lu, concentra te por favor, tienes que comprender lo que lees para que puedas pasar el examen-

-es que es mucho Esme- Lucas no deja de quejarse y moverse de un lado a otro tiene que leer dos párrafos para la evaluación que tiene mañana de ciencias, pero es tan inquieto que no puede quedarse sentado.

-quisiera tener algún día una casa como aquella, la compartiría contigo y mamá- mira hacia la única casa que hay cerca de la playa, es muy grande y lujosa, pero parece que nadie vive allí, en las noches se ven luces encendidas pero nunca se ha visto personas saliendo y entrando.

-Lucas para llegar a tener una casa como esa tienes que estudiar, ser profesional y luego trabajar, tienes que ir por etapas, una por una. Vas por la primera, te queda mucho por delante así que concentra te y empieza a leer- así pasamos la tarde estudiando, al final del día llevo a Lucas a su nueva casa.

Las clases de defensa personal van excelente, Frank me enseña con mucha paciencia; en la universidad todo marcha bien, las chicas nos volvimos a ver dos veces mas, Sofía esta de viaje con un grupo de compañeros de la universidad, Natalia esta en semana de evaluaciones, y Giselle esta en trabajo de tesis.

-eres una débil, no puedes conmigo- Eduardo me molesta, sentados en una de las terrazas del primer piso con papá, Joel y tio Kevin que vino hace dos días por asuntos de negocios.

-puedo demostrarte que si puedo derribarte- aseguro.

-vamos al gimnasio- me reta.

Me esfuerzo todo lo que puedo para derribar a mi hermano, es muy agotador, él todos los días entrena y lo hace desde hace años, yo soy nueva en esto. Pero puedo demostrarles que estoy muy juiciosa en mis clases de defensa y que lo hago muy bien.
Doy puños, patadas, me cubro.

-uno, dos y tres! Esmeralda gana- escucho a Frank decir; papá y tio Kevin ríen. Mi respiración es acelerada por el esfuerzo físico.

-Eduardo estas bien?- no se mueve ni se queja, esta con los ojos cerrados.

Bajo la mirada a su pecho pero él aprovecha mi despiste y ahora quedo yo abajo y él encima de mi.

-hermanita eres tan tonta, como vas a preguntarle a tu agresor si esta bien después de haberle dado una paliza?-

Escucho a Joel reírse de mi, Eduardo mantiene mis manos amarradas con una sola de él, pues las mías son pequeñas y las de el grandísimas.

-es una regla muy importante, no te confíes nunca de haber derribado a tu oponente. Siempre hay que ser precavidos. No debe importarte si haces daño o lo dejas inconsciente- habla muy serio. Asiento con mi cabeza.  

Ojos Esmeralda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora