Capitulo 15 ~El contrato de un demonio.

8.8K 905 107
                                    

      Aizen había detenido el ataque del demonio con su espada cortándolo por la mitad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

      Aizen había detenido el ataque del demonio con su espada cortándolo por la mitad. Una horrorosa escena de la cual fui espectadora. Luego de ese corte poco de su sangre negra calló en mi rostro cubierto de lagrimas.
       Bastó con una sola mirada de Aizen para sentirme regañada. No pasaron ni medio segundo y más demonios empezaron aparecer. Taitus llega a tiempo y ambos no tardaron en atacar, dejando ver su ágil habilidad con las espadas. Con un solo azote Aizen hacia polvos estos, Taitus con su habilidad los tenía agonizando.

    La pelea no tardó mucho, ya habían acabado con todos ellos.  Aunque el abrumador aire todavía seguía a mi alrededor y todo el lugar destruido.

— Su alteza! — Josh corre hacia mi y me ayuda a levantar.



•••



     Regrese al palacio luego de todo aquello. No podía ni siquiera pronunciar una palabra, me deshice del vestido todo sucio y solo vote por cubrirme con una bata y esconder mi cara llena de sangre y lagrimas entre mis rodillas. La habitación se sentía más grande desde esta esquina.

      ~ Lo siento por no haberte detenido a tiempo, niño.~ Repito dentro de mi.
      No puedo dejar de recordar ese rostro llorando por su madre.

— ¿Bler?

— Déjame sola por favor. — Dije aún abrazando mis piernas y escondiendo mi rostro entre mis rodillas en aquella esquina.

      Pensé que al decir aquellas palabras se marcharía y me daría espacio, pero siento como toma mi mano y sin usar su mínima fuerza me levanta como si nada.

— Ya deja de llorar. — Dice Aizen.

     ¿Como hare eso? Justo ahora me siento bastante mal. Todo es mi culpa!

—Te he subestimado, es claro que alguien como tú no podría tener rival y mucho menos unos demonios. — Dije sin mirarlo a los ojos. — Siento mucho haber sido una carga y poner en peligro tu plan.

— No me subestimaste, solo te preocupaste por mi. También se que intentaste cuidar al niño, no te preocupes haré que le den un entierro digno al pequeño demonio y su madre.

— No volveré a desobedecerte...

— Eso espero... — Dice para acariciar mi mejilla con su pulgar. — Duchémonos juntos, ven.

         Me toma de la muñeca y caminamos hacia el baño. Se quita su camisa dejándome ver su pecho con múltiples cicatrices, luego se deshace de mi bata y entramos juntos a la bañera. Estaba tan desanimada que no le di tanta importancia al toque de nuestros cuerpos.

— ¿Que pasará con el pequeño? ¿Crees que haya algo más para el después de la muerte? — Pregunto con mi cabeza recostada en su pecho.

— Lo hay, pero a diferencia de nosotros los demonios... ustedes los humanos pueden elegir a donde quieran ir. Esas son las ventajas de un alma pura.

AIZEN. ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora