Capitulo 18~ El ala oeste. 🔞

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— Bler

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— Bler... Estas bien?— Pregunta Rasmus.

—Has estado muy extraña... — Añade Nydia la cual hace poco que se nos volvió a unir. Volvíamos al palacio y mi mente aún estaba muy desconcertada. Estaba entre la espada y la pared. Moriré si digo algo, pero si no digo nada probablemente lo que Efrata planea sea malo.

¿Que debo hacer?... ¿Que haría Aizen en mi lugar?, no estoy lista para todo esto.

— Bler!

—¿Si?

— ¿Te preguntamos que si estás bien?— Pregunta Rasmus nuevamente.

— S-si, estoy bien... Solo necesito descansar.

— Está bien... vamos.

       Con cuidado entramos al palacio por el enorme jardín. Rasmus nos dejo y Nydia y yo subimos a nuestros respectivos aposentos. Al entrar dejo caer un enorme suspiro y me deshago de esa enorme capa.

— ¿Que hare Ahora? — Me pregunto a mi misma mientras cubro mi rostro con mis manos en frustración.

— ¿Donde estabas?

      Me sobresalto y pego mi espalda de la puerta ya cerrada. Mi presión se baja cuando veo a un Aizen sentado a medias oscuras en uno de los muebles observándome. Yo solo podía sentir el miedo cruzar por mis venas.

— A-Aizen....

— Te hice una pregunta.

— Y-Yo solo... fui a dar un paseo al jardín, N-necesitaba aire fresco. — Respondí tartamudeando.

— ¿Aire fresco?...— Se levanta y se acerca a mi. — ¿A esta hora y encapuchada? Me sorprende las agallas que tienes para mentirme.

       Se como te pondrás y más cuando te enteres que tu hermano intenta entrar al palacio por alguna razón, pero si te digo algo moriré.

— ¿Quien te ayudo a salir?

— No meteré a mis amigos en problemas, no te dire. — Dije segura de mi, pero escucho como sonríe de lado.

— Me alegra que ya tengas amigos. — dice y hace hacia atrás mi cabello. — Sabré quien te ayudo de todas formas...

— No Lo volveré hacer, pero no les hagas nada... por favor. — Ruego evitando el contacto con sus ojos, lo cual el nota.

Un silencio se formó, aunque siento como no deja de observarme.

— Por cierto... qué haces aquí? — Pregunto con los cachetes rojos.

— Antes dijiste que querías que durmiera contigo...

— Pero pensé que no querías.

— Nunca dije eso, solo tenía que hacer unas cosas. Creíste que solo era una excusa?

AIZEN. ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora