Capitulo 46~ Dioses.

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— Mili, Kalyk y Lya Son sus nombres. Estás deidades habitan dentro del árbol de la vida. Tuve el privilegio de escucharlas una vez.

— ¿Por qué nadie le da tanta importancia a estas cosas Lord Falon? Estamos hablando de dioses capaces de hacer cosas grandes. — Digo frente al enorme árbol de la vida y Aizen junto a mi padre a un costado de mi.

Luego de regresar a la capital, No tardamos en poner a prueba lo que aquella deidad nos dijo.

— Hace tiempo se decía que no solo un dios nos creó, si no varios dioses. Claro que nadie cree en esa supuesta leyenda. Pero lo que sí creemos en que existen dioses buenos que nos brindan deseos si somos buenos con ellos. — Habla lord Falon.

— Por culpa de esos deseos ocurrió una guerra. Dejemos de darle importancia a esos supuestos dioses. Ven Bler. — Ordena y lo sigo a hasta el punto de pararnos juntos frente al enorme árbol.

Aizen toca el árbol y como si las ramas lo obedecieran seguían sus movimientos. Este toma mi muñeca y hace que esas ramas se enredaran en mi mano. Luego de eso veo como una aura amarillenta va saliendo y cubriendo cada toque de aquellas ramas.

       Por un momento mi mente conectó con aquel árbol dándome lugar en un sentimiento muy cálido

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       Por un momento mi mente conectó con aquel árbol dándome lugar en un sentimiento muy cálido. Aún estaba consiente pero también podía sentir más presencias. Y no me equivoco...

— Quieres alimentarnos?

     Tres chicas sentadas en un espacio totalmente blanco llaman mi atención. ¿Cómo es que estoy aquí y allá afuera a la vez?

— Es por que así funciona el árbol de la vida. Mi nombre es Mili, — Dice una de ellas con un tono bajo. — y ellas son mis hermanas Kalyk la mayor y Lya la menor.

    Me sorprendo al ver que si pueden leer mi mente

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    Me sorprendo al ver que si pueden leer mi mente. Eran muy irreal sus presencias, similar a la del ducado de las bestias.

— Mi hermana te hizo una pregunta, responde. — Dice Kalyk con un tono más fuerte.

AIZEN. ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora