Capitulo 37~ A la espera de un debut en la sociedad.

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                   [Semanas después]   Bler Novachrono  — Bienvenido Padre y duque Uziel

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               [Semanas después]
Bler Novachrono

Bienvenido Padre y duque Uziel. — Dije una vez este se bajan de sus caballos. Detrás de él había una multitud de caballeros los cuales lo acompañaron al ducado del duque Uziel.

Por lo que escuché los ataques fueron detenidos y reforzaron los guardias. Aunque Efrata aún no ha sido capturado, todos están muy alertas a pesar de que los ataques detuvieron.

— Bienvenido Padre. — Habla Daren detrás de mí.

— ¿Cuidaste bien a tu hermana?

— Fue el mejor, creo que te tendré que reemplazar padre. Mi hermano ha hecho un excelente trabajo. — Dije sonriendo.

— Me alegra oírlo.

— Por favor. Descansen. El viaje debió ser muy largo. — Dije y mi padre les dio órdenes a sus guardias de descansar. Los cuales asintieron y se retiraron. — Entremos al palacio.

— Donde se encuentra su majestad Aizen. — Pregunta Uziel.

— Está con Abaddon en el jardín. Los llevaré con el.— Respondí y nos adentramos en el palacio.

— ¿Cómo han ido tus entrenamientos hija mía?

— He mejorado muchísimo. Ya quiero mostrarte todo lo que he aprendido. — Dije sonriente.

— Escuché que su majestad ha gozado de mucha salud, y lidera bastante bien. — Dice Uziel mientras caminábamos.

— Si, de hecho mi salud está mejor que nunca. — Respondí.

Una vez llegamos al jardín los dejo a solas para que platiquen y fui directo hacia Nydia para contarle quien llegó con mi padre. Se que es algo no propio de una reina, pero la ansiedad no me deja.
Entre rápido a la habitación de Nydia y cierro la puerta detrás.

— No vas a creer quién llegó junto a mi padre! — Dije y veo como la sirvienta quien arreglaba el cabello de Nydia hace reverencia rápidamente y trato de mantener la compostura.

— ¿Quien?

— Por favor, puede dejarle sola con su majestad Nydia.— Dije y la sirvienta asiente para luego salir.

— Menos mal que salió. Últimamente todas andan chismeandole todo a mi abuela. Debes tener cuidado también con las damas tuyas Bler. — Dice Nydia levantándose de aquella silla.

— Es agobiante estar murmurando por culpa de quien escuchara o no. — Dije tirándome sobre su cama, y Nydia hace los mismo.

AIZEN. ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora