Capitulo 17~ La otra cara de la capital y un boleto de entrada al palacio real.

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     Susurros por doquier eran escuchados por mi, pero eran tan difícil de entender

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     Susurros por doquier eran escuchados por mi, pero eran tan difícil de entender... Era como si fuese en otro idioma completamente distinto al mío.
De un momento a otro entro en un trance donde no podía controlar mi cuerpo a voluntad propia, era como si alguien controlara mi cuerpo a travez de esos susurros tan escalofriantes. Escucho como el cierre de la puerta se quita y mi mano nuevamente se coloca sobre la manilla para tratar de abrirla, y si se abre. Con tan solo abrir un poco una enorme luz sale dejándome perpleja.

— ¿Que diablos crees que haces?

De un momento a otro vuelvo a entrar en si y me percato de un Aizen muy cerca de mi. Mi miedo aumenta y no logro explicarme bien. Noto como su semblante se tensa un poco.

— Y-yo yo... lo siento!— Dije como pude y me despego rápidamente de la puerta entre abierta. Aizen toma la manilla y la cierra con fuerza para luego darme una mirada de desaprobación.

— Está prohibido tocar esta puerta y mucho más entrar.... — Añade dando pequeños pasos hacia mi. — Me pregunto que interés tendrá mi esposa en entrar a esta habitación? Quisiera creer que solo te equivocaste, aunque lo dudo mucho. 

— N-No no, yo solo quería...—Digo pero me interrumpe.

— ¿Como quitaste el seguro?... nadie que no tenga permitido entrar a esa habitación sabe como abrirla.

— S-se abrió sola...— Dije con los pelos de punta. — L-Lo juro.

      ~Este hombre me provoca tanto miedo, que estoy al borde de orinarme!

— Sola?... Jum que raro. — Dice dándole un reojo a la puerta. — Ya es tarde ve a dormir.

Hago una pequeña reverencia con las piernas temblorosas y trato de irme rápidamente, pero vuelvo a escuchar su voz.

— Por cierto... abstente de no salir de tu habitación el día de mañana.

— Bien. — Dije rápidamente e intentó irme nuevamente, pero otra vez soy detenida.

— ¿Bien?... ¿Debería fingir que es normal en ti no hacer preguntas? — pregunta dando pasos hacia mi.

— D-desde que me conociste he sido un imán de problemas para ti, Y-y si quiero que estes orgulloso de mi debo hacer la acosas sin quejarme... — Dije y este se mantiene en silencio. — Q-quizás un día cuando creas que merezco una explicación me lo dirás, ¿No?

Mis palabras hicieron que sus ojos empezaran a escanearme de arriba hasta abajo. ¿Acaso dije algo malo?

— Me confundes mucho ¿Lo sabías?... — Dice mientras arrastra un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. — Eres como una oveja indefensa, pero a la vez eres inteligente... aprendes rápido.

AIZEN. ⒸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora