capitulo nueve

3.2K 177 22
                                    

(Les traigo dos capítulos seguidos por el retraso, este es un poco corto el siguiente un poco más largo, espero les gusten<3 Muak)

Wear your heart out — Nightly

Blaise Sadler.

Después de aquel incidente, Layla se había puesto muy protectora conmigo.

Incluso fue de chismosa con el entrenador y ahora entre los dos me atormentaban con eso de comer.

Porque sí, me desmayé por falta de alimento, nada grave, pero Layla era como una mamá protectora y hasta este momento no faltaba su mensaje por la mañana, diciéndome que no me olvidara de almorzar, y otro por la noche preguntando si ya había cenado, además de que algunas veces ella me llevaba a comer junto con Amie.

Debo admitir que tanto el entrenador como Layla se las arreglaron para que me cuidara más en ese aspecto. Me advirtieron que si no mantenía una alimentación mínimamente sana, probablemente enfermaría y así no se me permitiría jugar en los torneos.

Respecto a Alec, llevaba dos semanas intentando darle las gracias, pero por alguna razón u otra no lo hacía. La mayoría de veces fue porque lo perdía de vista y, aunque no quiera aceptarlo, últimamente parece que me evita.

Supongo que estoy bien con eso, cuando sea posible le agradeceré y realmente mi cabeza y mi competitividad interior estaban más en paz con eso de no tenerlo alrededor.

Por el momento, me encontraba centrada en los entrenamientos y conseguir un trabajo. No pensaba quedarme más de un mes en casa. Con todo el alboroto que tenían sólo afectarían y poca estabilidad mental y mis entrenamientos. Me llevaría conmigo a Willem —el guardaespaldas que mis padres le asignaron a Amie—, confiaba plenamente en él, además de que lo había visto convivir con Amie y parecía que ella también lo adoraba e incluso lo consideraba su amigo. Así que podría quedarse conmigo y Amie en el departamento que compraré cuando tenga un trabajo estable y consiga suficiente dinero para mantenerlo, claramente.

Era oficial que estábamos dentro del torneo nacional de Inglaterra, si el equipo femenino y masculino ganaban, sería todo un logro e iríamos al torneo mundial.

Todo un logro y todo un sueño.

Salí de mis cavilaciones cuando el balón regresó nuevamente a nuestra cancha, íbamos ganando 40-34. Layla formaba parte del equipo contrario y teníamos una apuesta en pie: quien perdiera invitaría la cena. Así que yo no pensaba perder por nada del mundo, ya que la rubia loca tenía planeado ir a uno de los restaurantes más caros, y no pagaría solo por nuestros platos, sino que también por el plato de Amie y esa otra loca ahora comía demasiado.

Había ciertos puntos en mi contra, número uno: Elva. Quiero recalcar que es buena jugadora, realmente lo es, pero ahora mismo el amor de su vida —Alec— estaba sentado en las gradas escrutándonos con la mirada y la chica estaba nerviosa, lo cual provocaba que jugara del asco.

—¡Elva! —Mascullé cuando de nuevo no logró recibir correctamente, al menos Ashley logró salvarla.

—¡Lo siento!

Después de volear la pelota hacia Kate le lancé una mirada fulminante.

—No te disculpes y deja de estar mirando a aquellos idiotas. —Espeté en voz alta, algunos de los mencionados, entre ellos Alec, voltearon a verme ofendidos pero no pudo darme más igual.

—¡Concéntrate Elva! —Le gritó igualmente el entrenador.

—¡Lo siento! —Repitió y volteé los ojos.

Escondidos entre mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora