capitulo veintiséis

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Skyfall — Adele

Blaise Sadler.

—¡Es un maldito asesino!

No.

—¿Cómo puedes creer en sus palabras y en sus estúpidas promesas?

No.

—¿Creerás en su tonto amor?

No.

Recorrí el pasillo con prisa, pero parecía ser más largo de normal, parecía eterno con Shannon siguiéndome los pasos y gritándome.

—¡Por favor, Blaise! ¡Te mintió hasta de su maldito nombre!

No quería creerme sus palabras, no quería escucharla, no quería creerle, no quería que fuera cierto todo lo que estaba diciendo.

—¡No! —Grité, dando la vuelta y encarándola, lágrimas luchaban por salir de mis ojos pero las contuve—. ¡Nada de eso es cierto, nada! Solo eres tú tratando de arruinar lo que queda de mi vida, ¡es lo que siempre haces!

Esta vez no hubo nadie que evitara que tomara mi mentón con fuerza, estrujando dolorosamente mi piel.

—¡Tienes que escucharme, métete esto en la cabeza! ¡Es un jodido asesino, provocó la muerte de su propia hermana! —Negué con la cabeza a pesar de su agarre.

Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, pero a Shannon no le importaba nada de eso.

No le importaba en absoluto estar rompiendo mi corazón.

—Nos quiso inculpar a nosotros, a tu hermano y no lo logró, y quiere volver a intentarlo.

Sus palabras se clavaban en mi mente y en mi corazón más de lo que deberían.

—¡Y tú lo estás permitiendo, le permitiste entrar a nuestra vida de nuevo! —Me aventó contra la pared, la fría superficie provocándome un escalofrío y un leve golpe en la cabeza—. El quiere arruinarnos, quiere arrebatarnos todo lo que tenemos.

Anhelaba con todo mi ser que fuera una completa mentira, que se estuviera inventando todo esto para alejarme de él.

Podría explicármelo Alec, él me diría la verdad, por eso me pidió que no los escuchara, que no les creyera. Me lo prometió.

El no sería capaz de hacerme esto.

¿Por qué me consolaría, me cuidaría y me escucharía si, al final, iba a hacerme todo lo contrario? No tenía sentido. No había lógica alguna en nada de esto.

Jamás me dijo que tenía una hermana, que conocía a mi familia, que...

Ese era el problema, nunca me dijo nada.

No me permitió conocerlo y en cambio el insistía en conocerme a mí, en acercarse más a mí y Amie.

Y se lo concedí.

Accedí como una idiota, caí en sus mentiras como tonta.

—Logró acercarse a nosotros a través de ti —repitió Shannon, leyendo mi mente, mis pensamientos, el caos que había dentro de mi cabeza—. Todo este desastre ahora será tu jodida culpa.

Escondidos entre mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora