Capítulo 5

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Recuerdo tus ojos azules.

Claudia

La gente camina a mi alrededor y mi cuerpo entero se ralentiza, estoy absorta en mis pensamientos y recuerdos, la noche con Nikolái a sido tan natural como si estuviera hecho para mi, causa un caos en mi interior qué no soy capaz de explicar, nos complementamos bien en el sexo y besa tan bien, ¡Joder! si besa bien, es todo lo que cualquier mujer desearía en la cama, pero, siempre hay un pero.

Me duele en el corazón cada vez que veo como me miran sus ojos, mi cuerpo es traicionero y se entremete cuando pienso en él y revivo en mi cabeza las imágenes de anoche.

Nunca había tenido tantos orgasmos seguidos, todo en mi ser temblaba con un simple roce de el, ardemos juntos en una llama interminable de pasión.

¿Podría ponerse lentillas?

Estoy mal de la cabeza , lo sé, yo misma me lo digo cuando pienso cosas tan estúpidas.

Reviso mi celular, desde qué empezó la noche se volvió de lo más popular, los mensajes y llamadas no paraban de sonar y tuve qué apagarlo para no reventarlo contra el suelo.

Enzo siguió mandando mensajes a lo largo de toda la noche, quince llamadas perdidas de él.

No puede ser más imbécil.


ENZO: ¿ Tan poco vales?

Vamos a hablar.

¿Cómo puedes ignorarme de ese modo?

Solo eres una niñata estúpida que juega con fuego.

Claudia.. Hablemos..

No me veo con otra que no seas tu.

Te vas a arrepentir de haberte besado con el.

¿ Te lo pasas bien? Puta de mierda.

No me quieres como enemigo, te lo aseguro.

Espero que descanses.


No termino de leer los mensajes, no me molesto en responder a un hombre borracho y despechado, miro los chats, tres llamadas perdidas de mi padre y un mensaje.


PAPA: El Lady Night no es el descanso que pensaba que tomarías.


YO: Dije que me tomaría una buena ducha en casa, no que no saldría.


Me duele la cabeza.

¡Maldita resaca!

Recuerdo que no me desactive el localizador de mi brazo, mi padre puede ser una persona despegada pero es controlador por naturaleza.

Me introduzco en el interior del taxi dándole la dirección de mi piso, me doy cuenta que Leire no me mandó más mensajes, eso es buena señal, se merece pasarla bien.

Me fijo en las calles llenas de gente, a veces pienso que se sentiría si fuera normal, el tener un trabajo qué no implique matar a nadie y salir por la noche con un grupo de amigas sin tener que pensar en los asesinatos que cometéis.

Tener novios simples y cariñosos, no asesinos en serie, mafiosos o pandilleros y formar una familia con alguien que te quiera de verdad.

¿Quiero un amor así?

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora