Capítulo 27

76 10 10
                                    

Italia la bella.

Claudia

Dia 1

Podría ser perfectamente una de las casas más hermosas en la que he estado, Amadeus se sabe que tiene gustos exclusivos y solo hay que ver donde vive para saber que es verdad.

Se alza una impresionante mansión con el nombre de Villa Santoni, es magnífica con una arquitectura renacentista y extensos jardines.

Es un símbolo de poder y opulencia, nadie podía negar la majestuosidad que emana.

Sus altas columnas de mármol blanco sostienen un techo de terracota, mientras que sus ventanas adornadas con elegantes enrejados ofrecen una vista panorámica única.

Los jardines de la mansión son tan extensos como cautivadores y es que recuerdo los paseos que dimos Leire y yo por aquí hace solo unos meses.

Un laberinto de setos perfectamente recortados lleva a las rosas rojas, donde los pétalos parecían bailar con la brisa.

Podrías perfectamente perderte en este jardín y nadie podría encontrarte si no quisiera.

Fuentes de mármol en medio de estanques cristalinos aportan un toque de frescura al lugar, en contraste con la sombra de los árboles que nos rodean.

Dentro de la mansión recuerdo que la extravagancia no tiene límites, una gran escalera de mármol llevaba al piso superior donde se encontraban las habitaciones que podrían ser perfectamente suites lujosas de un hotel.

El salón principal estaba adornado con finas obras de arte y elegantes muebles de época, por todos lados se podía observar la riqueza de los Santoni.

Sin embargo, bajo la impresionante fachada de la Villa Santoni, se escondían los oscuros secretos de la mafia italiana.

Las salas secretas en las que asistí a más de una reunión clandestina, las salas subterráneas donde se encuentran los calabozos y mi parte preferida de la casa porque es una maravilla de lugar.

Pasé bastante tiempo allí abajo durante los trabajos que tuve que hacer en los dos meses que estuve aquí.

 - Es impresionante - añade mi hermano sacándome de mis pensamientos.

Un chofer nos ha recogido cuando el avión ha aterrizado y ya estamos entrando en la Villa Santoni.

Mi hermano no puede cerrar la boca , estoy tan acostumbra a Leire que se me había olvidado que mi hermano nunca ha estado aquí.

Salgo del coche respirando hondo el maravilloso clima que hace, llenando mis pulmones del olor de las flores que nos rodean y la verdad que no pensé que volvería tan pronto.

Supongo que el Capo echo de menos el tiempo que pasamos juntos, una decepción para él cuando no esté receptiva.

Me encuentro ante la puerta principal y allí está Amadeus Santoni esperándome con una elegancia exquisita.

Es alto y su figura corpulenta destaca, a pesar de su aparente delgadez.

Su piel morena brilla bajo el cálido sol italiano y sus ojos verdes esmeralda captaron mi atención de inmediato.

Creo que tengo un serio problema con el color de los ojos.

La belleza exótica de sus rasgos revela la mezcla de linajes que conforman su poderosa presencia. Su mirada es intensa y penetrante, pero también muestra una serenidad calculada, como si ocultara en sus ojos los secretos más perturbadores.

Viste un impecable traje a medida que realza su aura de autoridad y sofisticación, cada detalle está cuidadosamente seleccionado, y el pañuelo de seda en su bolsillo combina a la perfección con su corbata, complementando la elegancia de su atuendo.

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora