Deseo enfermizo.
Claudia.
Día 3.
Estoy acariciando la cabeza de Serene en mi habitación, no se ha despegado de mí y sigue abrazada como cuando llegamos anoche.
Recuerdo como Alexander me dejó tirada en el jardín y es más el odio a que no me dejara terminar que lo que me hizo.
Siento el deseo de tenerlo dentro y creo que me voy a volver loca si no lo consigo.
No he podido casi dormir en toda la noche, tuve que llamar a Serene para que viniera a por mi con algo de ropa, llegó corriendo y asustada porque no es algo normal que se diga.
Hubiera estado completamente desnuda si no hubiese sido por el sujetador, la camiseta estaba destrozada y mis bragas se las habían llevado.
No me quedaban muchas opciones así que recurrí a la ayuda.
Se quedó conmigo y le conté todo lo que había sucedido en este tiempo entre Alexander y yo, mi historia con el que poca gente lo sabe y como no puedo sacarlo de mi puta cabeza.
Que soy una demente me dijo, ¿Algo que no supiera?.
Después de lo de anoche mis ganas han aumentado por mil y siento que mi cuerpo empieza a delirar por él.
Me duche varias veces para quitarme su olor que impregna todo mi cuerpo, pero nunca lograre quitarlo del todo.
No nos hemos levantado para desayunar y Serene me mira con sus dulces ojos verdes mientras le acaricio la cabeza como si fuera mi hermana pequeña.
En estos momentos me doy cuenta de cuanto me hace falta Leire y cuánto desearía que estuviera aquí, para que me chillase y después me abrazase para que pueda llorar entre sus brazos.
- Hueles a Ethan - le susurro a la chica que se abraza a mi como si fuera su única salvación.
- Tiene novia ¿no? - me susurra y puedo ver como las lágrimas caen sobre sus ojos.
- No se que relación tiene con Emily - le admito - se acostaron hace nada por primera vez, pero ninguna de las dos merece esto.
- Me ha dicho que solo es sexo - solloza contra mi pecho - que dentro de nada se ira.
- Tienes que ser fuerte - le agarro la cara - escúchame bien Serene, eres una de las personas mas increíbles que he conocido y sobre todo eres una mujer fuerte y libre. Mi hermano no merece tus lagrimas y mucho menos que te lamentes porque se va a ir.
Asiente cuando se limpia las lágrimas.
- Puedes tener al hombre que quieras, ¡eres una puta mujer de la mafia! - le grito - y nadie debe poder contra ti.
- Soy Serene Santoni - me dice - única e inigualable.
- Exactamente cariño - la levanto - no te mereces menos que alguien que queme el mundo si tu se lo pides.
La pongo delante del espejo para que se vea, le limpio las lagrimas y le muestro lo que es.
- Mírate - le señaló - podrías seducir al mismísimo diablo, no te conformes con algo tan poco como mi hermano.
Me abraza y se que mi hermano me mataría si me escuchase, pero no pienso dejar que juegue con dos mujeres que valen lo que son, una es una asesina de la EAC y otra una dama de la mafia.
Puede que esté equivocada porque estoy haciendo lo mismo, pero por eso soy su hermana mayor.
Miro a la puerta y puedo apreciar como Amadeus nos mira desde el umbral, su hermana sigue abrazándome y él nos mira con emoción.
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Pequeña Asesina
RomantikClaudia Walker una asesina despiadada de la corporación EAC nunca llego a imaginar que por una sola noche su vida daría un cambio tan drástico. Se acuesta con el Underboss de la mafia rusa sin saber que era el hermano de su hombre de ojos azules. De...