Capítulo 15

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Viaje sin realidad.

Claudia.

Viaje el día 1

Siento un dolor como si fuera resaca en mi cabeza, pero mi paladar no siente el sabor a alcohol cómo cuándo salgo algunas noches. Abro los ojos lentamente pero veo borroso a mi alrededor, intento recordar los últimos acontecimientos que he vivido.

Muevo mis párpados rápidamente para acostumbrarme a la luz, me fijo en que siento una presencia a mi lado, veo la habitación del hotel y yo vestida con un pijama de Leire.

Recuerdo a Richard entre mis piernas haciendo algo que no debía hacer, el pinchazo, joder si el pinchazo, ese hijo de puta me drogo, le asfixie con mis piernas hasta que ya no me quedaron fuerzas y...

¡Alexander!

Me sacó de la habitación en sus brazos y aun retumban en mi cabeza las graves palabras que salieron de sus imponentes labios.

Miro a un lado de la habitación y mi aliento se me queda atrapado en la garganta, a mi lado como si de un ángel se tratase esta Nikolái mirándome, esperando a que me recompongan.

Mi corazón late a mil al sentir el calor de su cuerpo al lado del mío, se siente tan bien sentir esa calidez, sentir que alguien te cuida y protege como lo hace él.

 - ¿Cómo estás cielo? - sonríe impaciente.

¿Qué le respondo a eso?

No se como estoy ahora mismo, por un momento pensé que la presencia que tenía al lado podría ser Alexander después de haberme rescatado de Richard pero no puedo decírselo.

Siento que estoy cometiendo un error dejándome llevar por Nikolái, pero por otro lado siento que si no lo hago me voy a arrepentir toda la vida, porque esta es la única oportunidad que tengo de vivir un amor normal y placentero para los dos.

 - Bien - contestó al cabo de un minuto, me incorporo en la cama y él se tensa antes mi movimientos.

Me toca el cuerpo y la palma de su mano arde en él, su tacto me quema más que antes y siento que me sonrojo sin ningún motivo.

Ahora mismo me tiemblan hasta los dedos de los pies, creo que es por la falta de tacto de los últimos días, no hemos tenido tiempo de tener un momento íntimo para los dos.

Tenerlo aquí en la misma cama que yo y mirándome así....

Me hace querer lanzarme a sus brazos.

Me da un repaso de arriba abajo y siento que el conjunto que tengo no es el más sexy del mundo, llevo un pijama rosa de Leire que podría ser perfectamente de cuando tenía once años.

No puedo creer que me haya puesto esto para descansar.

La sonrisa que sale del rostro de Nikolái me deja entender que está pensando lo mismo que yo y me muero de vergüenza ante él.

 - ¿Qué es lo último que recuerdas? - me aprisiona en un abrazo rápido pero intenso.

No puedo explicarle que mi último recuerdo es estar en brazos de su intimidante hermano, acariciarle la cara y haber tenido con él un "momento".

 - Richard me drogó y estaba asfixiándole con mi... - me paró en seco para no recordar eso.

El se da cuenta pero lo ignora suspirando, se tumba sobre la cama y me abre los brazos para que me recueste sobre él.

Pongo la cabeza sobre su pecho y siento su corazón latiendo muy deprisa, nuestros cuerpos conectan y se funden en uno en un abrazo que parece que dura horas.

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora