Capítulo 19

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Sentimientos contradictorios.

Claudia.

Siento el calor del cuerpo de mi hermano abrazándome sobre la cama, llevo horas en esta postura y no soy capaz de moverme. Tengo muchos sentimientos encontrados que no sabía si iba a ser capaz de sentir, por un momento he creído que estaba embarazada y me estaban arrebatando algo dentro de mi.

No quiero volver a sentir esa sensación por eso he decidido ponerme el implanté anticonceptivo, cuando vaya a ser madre quiero estar preparada tanto físicamente como mentalmente.

Abro los ojos y sigue estando ahí, no se ha despegado de mí en las dos horas que lleva aquí, no entra en la silla y escuchó sus gruñidos al quejarse de lo incómodo que está.

Miro sus labios y siento la necesidad de besarlos igual que la otra noche, pero recuerdo lo que me dijo Nikolái.

Está casado.

Es un hijo de puta que se ha casado, y viene aquí con el derecho a decirme que en mi vientre solo se van a gestar sus hijos.

¿Es un demente? No se ni para que me lo pregunto si es algo que ya he podido confirmar.

Detallo cada parte de su cuerpo, está con los ojos cerrados esperando a que me despierte para gritarme más de lo que ya ha hecho, no ha podido soportar que estuviera a punto de darle un sobrino.

Me fijo en sus manos y no veo el anillo, pero si veo sangre y solo puedo imaginarme lo peor.

Nikolái no esta en ningún rincón de la habitación, se que esta loco pero no puedo creer que sea capaz de pegar a su propio hermano.

 - ¿Dónde está? - le susurro a Ethan.

 - Le ha dado en la cara y está en la habitación de al lado - me murmura - solo me ha dejado quedarme a mi y tiene cerrada con llave la puerta desde dentro.

 - Vámonos - le digo.

Me levanto despacio, tratando de hacer el mínimo ruido posible, me he dado cuenta que estoy desnuda debajo de la bata que llevo y que por detrás puede verse.

Le hago gestos a mi hermano para que me lance los pantalones que están en la silla, es demasiado ruidoso y Alexander se mueve en el asiento.

Nos paramos en seco mirándonos.

Me da los pantalones y me los pongo tratando de no caerme, mi hermano comienza a abrir la puerta cuidadosamente, sale por ella pero yo me siento atrapada y no puedo salir.

Siento sus manos sobre mis brazos, giró la cabeza y veo sus ojos sobre mi enojados, es una bestia rabiosa y yo estoy delante de ella.

Cierra la puerta dejando a Ethan fuera y cierra con pestillo, puedo escuchar los gritos de mi hermano fuera pero yo solo soy capaz de ver los ojos que amenazan con matarme.

Se pone delante mía andando a un paso lento y me hace retroceder hasta que mis piernas chocan con la cama.

 - ¿¡Dónde te crees que ibas?! - me grita.

Se que no puedo ganarle, que su cara es de todo menos de querer hablar y recurro a lo único que sé que le va a calmar.

Me acerco y le toco los brazos, los acarició haciendo movimientos y se tensa ante mi repentino tacto.

 - ¿Qué has hecho? - le tocó los nudillos.

 - No he acabado con él si es lo que te preocupa - su sonrisa es diabólica.

Me agarra desde los hombros con toda su fuerza y me sube a la camilla, su cuerpo queda solo a unos centímetros del mío, mi respiración se vuelve irregular y se que soy una tonta cayendo entre sus brazos.

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora