Capítulo 1

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Fiesta en el Lady Night.

Claudia

Caminamos entre las sombras ocultas en la noche estrellada de Londres, observando a la espera de órdenes qué nos hacen ponernos en movimiento.

Acechando a quien no sabe de nuestra existencia, al capitán qué hoy es nuestra presa.

Llevamos siguiéndolo durante dos días sin que él lo sepa, somos cautelosas y pasamos desapercibidas, estamos buscando donde esconder la información qué nos diga la ubicación de las armas, no se espera lo que le está por venir, porque nosotras nunca fallamos en ningún trabajo.

Miro a mi compañera que se sitúa a un par de metros de distancia, pone su mano en la oreja recibiendo órdenes de nuestro activo superior Jack Brown.

Las cuales también me da a mi.

 - Hay que entrar y hacer que hable - me comunica Jack - Hemos interceptado en la línea que ha llamado una prostituta, es el momento Claudia.

Le hago un gesto con la cabeza a mi compañera asintiendo para que sepa que voy a entrar en la propiedad del Capitán, se sitúa el portátil en las piernas tecleando a gran velocidad, se dispone a anular y hackear las cámaras se seguridad de la propiedad.

Quita la alarma de la casa de nuestro soldado que seguro que es pésima por el nivel de seguridad qué tiene.

Mi compañera es de las mejores hackers que hay, nada se le resiste cuando de computadoras se trata, es admirable.

Me da el okey con la mano, dejando claro que todo está listo.

suspiro

¡Vaya mierda de día!

Me cambio de ropa dentro del coche y es de lo más incómodo, me pongo un vestido corto rojo que me contonea la cintura en un espacio muy diminuto, resaltan mis pechos y me recojo el cabello rubio en un moño sin dejar ningún pelo suelto para ponerme una peluca negra.

Me pinto los labios con rojo carmesí mirándome en el espejo retrovisor del coche.

Le tiró la mochila a mi compañera con todo lo imprescindible para cuando estemos dentro y me apresuro a ponerme los tacones sin caerme.

Solo espero que esta mierda salga bien.

Siempre soy el cebo de los hombres, se qué estoy bien pero estoy harta de qué me toquen.

Voy caminando por un sendero de piedra blanca con césped alrededor, camino con cuidado para qué los tacones no se me queden atrapados y estoy solo a unos pasos de la entrada de la casa del Capitán.

La cortina de la casa se mueve y se qué se ha dado cuenta de mi presencia en su jardín.

Es una casa bastante moderna para un soldado, son de las qué cuesta dinero y no cualquiera puede permitirse, tiene grandes ventanas y un jardín bastante bonito, me apuesto lo qué sea a qué por la parte de atrás tiene piscina.

Me coloco una última vez el vestido derecho y llamó a la puerta.

Empezó el espectáculo.

Escucho los pocos pasos qué da y se qué me estaba esperando

El Capitán abre la puerta de su casa y me ve.

¡Mierda!

Está más bueno de cerca.

Le brillan los ojos como si fuera lo mejor que le podía pasar en el día, me pongo coqueta y le acarició el torso poniendo una sonrisa maliciosa qué le vuelve loco...

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora