Capítulo 9

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Primer beso.

Claudia

Anoche me quedé dormida revisando la preparación para el operatorio, viendo todas las posibles interacciones que puedo tener con el General.

Le gustan las mujeres exóticas y con curvas, por lo que dejaré mis ojos azules y le he pedido a la peluquera de la central que me preparase una peluca pelirroja para ponérmela esta mañana.

Tengo qué pasar por la zona de maquillaje y qué me tapen todos los "chupetones", no creo qué les haga gracia a los invitados.

Sigo con los ojos cerrados suspirando por la calma que siento en el pecho, la luz se aventura por la ventana abierta que hay encima del escritorio, noto su robusto cuerpo debajo de mi y como me agarra la cintura con una mano.

Todo mi cuerpo esta envuelto en la calor qué desprende el suyo.

Anoche tuve uno de los pocos sueños alegres que he tenido a lo largo de mi vida y él estaba ahí con su sonrisa adorándome como solo él hace.

Para mi sorpresa cuando me desperté anoche notaba su tacto sobre mi cara, sus ojos me miraban y yo solo quería que estuviese conmigo en ese momento.

¿Puede ser un error?

No te digo que no, pero ahora mismo estoy feliz de haber hecho que se quede.

Miró su cara estando tan cerca mía, se ve tan bien cuando duerme con su barba crecida de unos días que le da un toque de virilidad, tiene una mandíbula marcada que le da paso a un ancho cuello, me gusta cada una de sus perfectas facciones.

Es tan atractivo qué podría ser modelo si quisiera.

Le acarició el pecho sobre la ropa que le aprieta el cuerpo, me besa la coronilla de la cabeza haciendo latir un poco mi corazon, siento su suspiro de tranquilidad y me aprieta con más fuerza contra él.

¿Esto es lo que se siente?.

Todo mi cuerpo se estremece ante el tacto del suyo, siento cosquillas en el estómago que hacía años que no sentía y no puedo evitarlo más.

Lo miro a sus ojos cansados y me inclino para besarle.

Nuestros labios se unen a la vez que nuestros cuerpos, es suave, siento sus labios haciéndole cosquillas a los míos, me mira y me llena la cara de besos.

 - ¿Has dormido bien pequeña? - me pregunta con sus labios apoyados en mi frente.

 - Hace mucho tiempo que no dormía así de bien- Me aferro más a él.

Puedo ver la sonrisa que le ha provocado mi respuesta, el tiempo pasa y solo estamos abrazados escuchando mutuamente nuestras respiraciones, no me hace falta nada más en este momento, es como si todo a mi alrededor hubiese desaparecido y todo pueda ir bien por una vez en mi vida.

Suena la alarma del móvil y él la apaga alargando el brazo, pero sin dejarme escapar.

Me levanto muy despacio y él me mira tumbado sobre la cama con los brazos en su nuca, me recorre el cuerpo con los ojos llenos de deseo.

Sonrió ante su erección matutina.

 - ¿Has echado de menos esto cielo? - le digo mientras me quito la camiseta muy lentamente.

Me quedo en ropa interior, dejó a la vista mi marcado abdomen y mis caderas que tanto le gusta agarrar.

Él asiente con la cabeza mordiéndose el labio.

Lo que no sabe es que se ve jodidamente sexy en mi cama.

 - No te he oído - le exijo y paro de quitarme ropa para provocarle.

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora