Capítulo 44

53 7 0
                                    

Mi asesina favorita.

Vincens.

Estoy en el despacho de mi padre en la central de Londres, dando rienda suelta a mis impulsos más oscuros. La furia arde en mi interior, como un fuego que amenaza con consumirme por completo.

Claudia ha sido arrancada de mis brazos, una pieza preciada que he anhelado desde el momento en que la vi por primera vez. Cada parte de mi está enardecida por su pérdida, y la ira se mezcla con el deseo que siento por ella.

Es la asesina de mi difunto hermano, pero la oscuridad que emerge de ella me dejó hipnotizado en el momento que la vi entrar en mi habitación, su cuerpo mi perdición y después de probar sus labios quiero más.

No puedo evitar recordar cómo la mantuve cautiva, como me obsesione con cada detalle de su ser. Era tan hermosa mientras dormía, a pesar de sus heridas y de los golpes que le di seguía con fuerza para desafiarme.

Ella es más increíble de lo que jamás imaginé y su presencia en mi vida se ha vuelto una necesidad insaciable.

Pero lo que ella no recuerda es que nuestra historia no comenzó en su secuestro. Nos conocimos antes, en un tiempo y lugar que al parecer solo recuerdo yo.

La tensión en el aire se espesa cuando Helena aparece por la puerta del despacho. Su mirada está llena de determinación y crueldad, puedo sentir la ola de resentimiento que emana de ella.

Está enfadada porque no cumplí con el trato y me encapriche de su hija, pero ¿Cómo no hacerlo?.

Pero yo tengo el control sobre todo lo que está a mi alcance, he anticipado cada movimiento y cada pensamiento que podrían tener a mis espaldas.

Sé que han capturado a mi padre y puedo vislumbrar el futuro en el horizonte. New york será el escenario de un enfrentamiento en el que Claudia y yo volveremos a vernos. Un encuentro que la unirá más a mi sin que ella quiera.

Mientras Helena demanda respuestas, una sonrisa siniestra se forma en mis labios.

Tengo los hilos en mis manos, manipulando el destino a mi antojo.

Claudia es mi nueva obsesión, mi juguete, mi musa y la nueva razón de mi ser.

Y estoy dispuesto a desatar el caos y la destrucción para asegurarme de que permanezca a mi lado, sin importar las consecuencias.

Haré que se olvide del Boss.

 - Siéntate Helena - le ordeno - tenemos mucho de qué hablar.

 - Teníamos un trato, no voy a dejar que por tu capricho arruines mis planes - añade sentándose con una mirada seria.

 - No fui quien la dejó pasearse por el barco hasta que llegó a mi habitación - señalo con sarcasmo.

 - ¿Cómo lo hacemos? - me pregunta con ansias.

 - La quiero viva Helena.

 - ¿Qué podrías decirme que justifique mantenerla viva después de todo lo que ha hecho? - se pone nerviosa - es una psicópata.

 - Porque yo soy igual. Ella es más valiosa de lo que te imaginas. No solo por su potencial, si no por la influencia que podría tener en un futuro que podríamos moldear juntos.

 - ¿Moldear un futuro juntos?¿De que estas hablando? - se sobresalta al escuchar mis palabras.

 - Ella es una pieza clave en este juego, quieras o no Helena. Si la eliminamos perderíamos una oportunidad invaluable de tenerla de nuestro lado. En lugar de matarla, podríamos hacer que traicione a los suyos en contra de su voluntad - señaló - no tengo porque explicarte nada, ya tengo mis planes en marcha.

Pequeña AsesinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora