CIUDAD DE GUATEMALA
Serena sé desplomó sobre el pequeño sofá, sus piernas habían perdido fuerzas al escuchar las palabras de su madre, a ella el dinero nunca le había importado, pero saber está verdad cambiaba su perspectivas de las cosas, Usagi no sé estaba casando por amor, seguramente lo hacía para complacerá a su padre, cómo sí no tuviera otra opción ¿Por qué aceptar algo en contra de su voluntad? Era algo qué jamás comprendería de su hermana.
Se preguntaba sí Usagi alguna vez había tenido sueños o anhelos, parecía vivir únicamente para complacer a su padre, sé lamentaba profundamente por ella, por qué antes la actitud de sus padres, sólo podía pensar qué todo eso de la boda era una obligación para Usagi, pensó en Darien, el hombre con quién su hermana iba a casarse en dos semanas ¿Para él la boda también suponía un mero trámite comercial, o estaba sinceramente enamorado de Usagi?.
Recordó la llamada de hacía apenas unos minutos, llegando a la conclusión qué Darien amaba realmente a Usagi, su tono de voz había sido dulce y amable ¿Por qué Usagi sé prestaba a ese juego cruel? ¿Qué se había perdido ella en los cinco años qué había estado alejada de la familia?.
-No quiero qué nos juzgues a la ligera Serena, esto no ha sido fácil para ninguno de los tres, no sabes lo difícil qué fué convencer a Usagi de aceptar salir a cenar con Darien la primera vez, pero luego ella lo conoció y puedo jurarte qué sé ha enamorado de él, siempre es atento y cariñoso con ella ¿Quién no sé enamoraría de un hombre cómo él? - preguntó Sirconia acomodándose en la cama.
Serena tenía dudas al respecto, púes su hermana no había mostrado tan efusiva, al darle la noticia de su matrimonio, y sé lamentaba no haber preguntado e insistido para conocer un poco más de su relación, ahora era tarde, Usagi estaba en coma y sus padres sólo buscaban una manera de no cancelar la boda.
-¿Qué espera qué pienses? Usagi está en coma y ustedes sé niegan a decirle la verdad a Darien ¿Sabés lo qué sufrirá sí llega a enterarse por otras personas? Debemos ser nosotros, la familia de su prometida, quienes debemos hacerlo de su conocimiento, y qué sea él quién elija, esperar o no a Usagi, sí la ama tanto cómo dices sabrá esperar - insistió Serena pero sus palabras parecía caer en seco roto, su madre negó con un movimiento de cabeza.
-¡No lo entiendes! Sí Darien decide dejar a Usagi, no tendremos cómo pagar su tratamiento y su estadía en está clinica, tendremos qué desconectarla del respirador ¡No seas egoísta Serena! Por una vez, por una maldita vez piensa en tu familia, te marchaste cinco años y no dije una sola palabra, hiciste tu vida lejos de nosotros, sín importar sí tu padre podría o no sostener el negocio familiar, sí no fuera por Usagi estaríamos en la ruina desde hace mucho tiempo, pero ella va conseguido un importante contrato qué sólo se firmará entre Darien y tu padre, un día antes de la boda.
-¿Y qué esperas qué yo haga? No sé nada sobre telecomunicaciones, y no es ningún secreto para ustedes, fuí siempre sincera, jamás le he mentido al respecto ¿Qué pretendes? - preguntó Serena con el corazón desgarrado.
-Ocupa su lugar, hazte pasar por Usagi mientras ella sé recupera, y pueda volver a su vida normal.
Serena agradeció seguir sentada en el sillón, por qué difícilmente podría mantenerse en pie, su madre estaba perdiendo la cabeza, únicamente de esa manera podía explicar su loca petición.
-Lo siento mamá, pero no puedo hacerlo y no lo haré, no conozco a Darien pero creó lo qué pretenden hacer es una bajeza, dile lo qué ha ocurrido, dale el beneficio de la duda mamá, quizás el amor qué siente por Usagi sea sincero y él quiera esperar, puedo hablar con él - volvió a ofrecerse, pero su madre negó.
-Sí no vas a ayudar no te atrevas a entrometerte Serena, piensa qué tu egoísmo puede firmar la sentencia de muerte para tu hermana, sí no hay dinero no hay tratamiento.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...