Capitulo 10 DUDAS

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Serena miró a su madre con enfado, mi9la sangre bullía con fiereza en su interior.

-No me vuelvas a ponerme una mano encima, por qué puedo olvidar fácilmente qué eres mí madre y devolverte el golpe - gritó con enojo, su mejilla dolía, pero no tanto cómo su corazón ¿Cuándo habían cambiado tanto? ¿Cuándo la ambición doblegó sus corazones? Pensó, todo había sido diferente mientras Usagi y ella eran niñas, y luego mientras crecían las actitudes de sus padres fueron cambiando.

-¡No te atrevas amenazarme Serena! - gritó Sirconia con los dientes apretados y los puños cerrado.

-No te equivoques, no te estoy amenazando, te estoy advirtiendo - soltó con enfado a tiempo de ver a su madre elevar la mano para golpearla.

-¿Qué significa esto? - la voz de Darien resonó en la habitación, era claro el enojo qué sentía al ver cómo su esposa estaba siendo maltratada por quién debía cuidarla, la ira bullía en su interior, púes no era la primera vez qué Usagi sufría a mano de su madre, muchas veces la miró con el rostro marcado y siempre se excusó con algún tipo de alergia, pero sabía qué todo era una burda mentira.

-Darien - susurró Sirconia, su rostro había perdido todo el color.

-He hecho una pregunta - miró a sus suegros con desgano.

-Sácame de aquí, por favor - pidió Serena sintiéndose enfadada y terriblemente humillada, no quería volver a saber de ellos, pero estaba obligada hasta ganar el juicio y rescatar a Usagi de sus garras.

-Ve al auto cariño, en un momento estoy contigo - le dijo en tono dulce pero forzados, por qué su deseo era tomar represalias allí mismo, sí hubiese sido Sabio no habría tenido ningún problema en devolverle el golpe.

-No te alteres Darien, Usagi fué grosera con su madre - se disculpó Sabio ante la mirada gélida de su yerno.

-Espero qué esto no vielvs a repetirse Sirconia - le dijo tuteandola por primera vez - Te recomiendo qué te mantengas alejada de ella, sé perfectamente qué está no es la primera vez qué te atreves a golpearla, pero por tu bien, por el bien de los dos, les advierto qué será la última vez que lo permita.

Darien no esperó respuesta de sus suegros y salió para reunirse con Serena en el auto.

-¿Todo bien? - preguntó apretando el volante con fuerza hasta tener los nudillo blanco.

-Sí, gracias por venir - le respondió con vergüenza, habría deseado qué él no sé enterara de nada por el momento.

-Puedes confiar en mí cariño, sé qué las veces anteriores has mentido para protegerlos, pero no puedes seguir permitiendo esto ¡Eres su única hija! - exclamó tratando de no elevar su voz, no quería asustarla.

Sín embargó cuerpo de Serena sé estremecio al pensar en Usagi, ella no era nada de rebelarse, siempre había aceptado todo sín chistar Qué infierno había vivido con sus padres todo ese tiempo? ¿Se habrá negado a casarse con Darien? El sólo pensamiento le hizo sudar frío., comprendiendo de repente la antipatía qué Rei sentía por ella.

-Dame tiempo Darien, por favor sólo necesito unos días - pidió desde el fondo de su corazón, esperaba ganar la custodia de su hermana, y sólo entonces sería capaz de revelarle la verdad.

.....

Después de la petición de Serena, volvieron a casa, cada uno sumergido en sus propios pensamientos, a la mañana siguiente y después de desayunar, Darien sé despidió para salir al trabajo, Serena suspiró al mirar desde la ventana del jardín a Rei jugar con Mandy.

Tuvo qué amarse de paciencia y esperar a qué ella entrada a casa para conversar, ese día tampoco sé había presentado el comedor, le parecía una inmadurez de su parte, pero aún así quería intentar esta lar una charla adulta con ella, dos horas después Serena había perdido la paciencia y Reí seguía en el jardín, la miraba en la distancia y volvía su atención a Mandy y otro perro, un pastor alemán precioso.

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