Rei continuó observando a Serena jugar con Mandy, no podía creer lo qué sus ojos estaban viendo, bajó rápidamente de su habitación para enfrentarla, sólo había dos opciones, o ella fingía muy bien para molestarla, o no era Usagi Moon la mujer qué acariciaba a Mandy cómo sí fuera la cosa más natural del mundo.
Serena continúo jugando con Mandy, ignorado las sospecha qué iban creciendo en Rei, sín saber qué ella podía ser su principio o su final.
-¿Quién eres Usagi? - la pregunta de Rei a su espalda le hizo abrir los ojos con sorpresa, mientras el miedo recorría cada centímetro de su cuerpo, sus ojos sé cristalizaron sí quedaba descubierta ahora, ella y Usagi estaría perdidas y a merced de la ira de sus padres.
Respiró profundo y sé puso de pie lentamente antes de girarse hacia Rei, quién la miraba con una ceja elevada y la sospecha dibujada en su rostro, Serena tragó el nudo en su garganta, deseaba qué la tierra sé la tragar y la escupiera en Marte, pero eso era imposible.
-Te hecho una pregunta ¿Quién eres y a qué estás jugando? - preguntó ante el silencio de Serena.
-¿Jugando yo? - preguntó fingiendo no entender la pregunta.
-Odias a Mandy y ella te odiaba ¿Qué ha cambiado? Acaso... ¿Hueles diferente? - sonrió al ver los ojos de Serena ir más allá de ella.
-¡Darien? - gritó, nunca en su vida se había sentido más aliviada de ver llegar a alguien qué sín saberlo la estaba salvando de un aprieto.
-Usagi - murmuró Rei con los dientes apretados y un tono bajó para evitar qué su hermano escuchara, su cuñada era tan capaz de hacerla quedar mal frente a Darien.
-¡Usagi! - Darien caminó en su dirección pero rápidamente frunció el ceño al ver a Rei y Mandy detrás de su espasa.
-¿Qué haces aquí? - Serena por un momento sé quedó en blanco, su cuerpo tembló antes el miedo de ser descubierta ¿Cuánto tiempo podré vivir así? Pensó al ver a los ojos de Darien, tenía miedo de perderlo, miedo de decir qué no era Usagi, y sobre todo miedo de ser Rechazada por él.
-Traje a Usagi hasta el jardín para demostrarle qué Mandy no es agresiva, qué ha sido su temor lo qué ha provocado a Mandy, recuerda lo qué nos ha explicado el veterinario "Los perros huelen el miedo" - dijo con una sonrisa qué Serena no supo cómo interpretar.
En primer lugar estaba sorprendida al escuchar a Rei salir en su defensa, cuándo era evidente qué no tenía una explicación para dar.
-Me parece qué sigue siendo un acto egoista de tu parte Rei, Usagi no tolera a los animales - dijo él con seriedad, y Serena quiso devolverle el favor a su cuñada para no deberla nada, lejos de imaginar qué ese pequeño acto sólo incrementaría las sospechas de la jóven.
-No te moleste por favor, yo se lo he pedido, me sentía terriblemente mal por hacer qué castigarás a Mandy, ella no tiene la culpa de qué yo esté trauma con los perros grandes, de niña un perro me mordió y eso sólo acrecentó mí temor por ellos - dijo sonriendo, Darien la observó brevemente antes de mirar a su hermana.
-No quiero discusiones Rei, por favor, te pedí qué le dieras una oportunidad.
-Y eso lo qué trato de hacer Darien, pero difícilmente podré hacerlo sí continúas sospechando todo el tiempo de mí ¡Soy tu hermana! No puedo ser tan malvada ¿Verdad? - exclamó dolida.
-Lo siento Rei, no quiero pelear contigo, te amo - aseguró él, abriendo sus brazos para recibirla.
Serena se sintió terriblemente mal por ser la responsable de separar a los hermanos, ella tenía a Usagi y había hecho muchas cosas contra sus principios por mantenerla a salvo.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...