Serena sintió su cuerpo erizarse ante el abrazo y el beso apasionado qué Darien le daba, por un momento tuvo la intención de golpearlo pero luego de unos segundos se dejó llevar por sus sentimientos, por mucho qué deseaba negarlo no podía apartar el amor qué sentía por él, en su corazón y mucho menos la necesidad de sentirse amada y protegida entre sus brazos.
Darien profundizó el beso cuándo Serena entreabrió los labios para darle un mejor acceso a su húmeda cavidad, ambos sé perdieron en ese beso embebiendose uno del otro, dejando qué sus sentimientos los guiarán a entender qué el amor podría no ser ferchecto, pero qué sí luchaban juntos podría tener un futuro cómo pareja.
-Te amo Serena, no me cansaré de repetirlo - dijo poniendo su frente sobre la de Serena.
-Darien - hizo una pausa - No es fácil para mí perdonarte, pero sí tú me has perdonado el haberte engañado haciéndome pasar por Usagi, supongo qué puedo intentarlo - sonrió con lágrimas en los ojos.
Había tenido intención de hacerse la dura y hacer qué Darien le demostrará de lo qué era capaz de hacer para recuperarla, pero recordó las palabras qué ella misma le había dicho a Usagi, la vida era demasiado corta para no disfrutarla para no perdonar, vivir con rencor no era vivir, era perder el tiempo en sentimientos qué no le traería nada bueno en el futuro, sobre todo por qué odiar a Darien sería no aceptar a sus propios hijos, por qué era una parte de él, eran la unión perfecta de ellos dos.
-Quizás no soy el hombre qué tú te mereces Serena, pero puedo asegurarte qué soy el hombre qué más te ama - susurró buscando de nuevo los labios de Serena.
-Quisiera odiarte Darien pero pero la verdad es qué te amo, te amo cómo no amaré a nadie jamás en mí vida - admitió antes de aferrarse a los labios de Darien.
Darien estaba tentado en tomarla entre sus brazos y adentrarse al departamento para hacerla suya, la deseaba tanto qué todo su cuerpo gritaba qué lo hiciera, pero sé obligó a separarse de ella, Darien la liberó de su brazo dejando a Serena con una sensación vacío en su interior.
-Acompáñame - pidió tendiendo la mano hacía Serena.
Serena dudó unos segundos qué bastaron para cambiar el semblante de Darien, pero qué pronto fué reemplanzo por una sonrisa al sentir la mano de Serena tomar la suya, Darien la guió por el sendero de pétalos, la ayudó a subir las escaleras para salir a la azotea dónde la verdadera sorpresa aguardaba.
Serena observó el lugar, nunca antes había subido a la azotea pero estaba segura qué no lucía así a menudo, el lugar estaba iluminado por sendero de velas aromáticas, rosas y pétalos qué indicaba el camino a seguir, Serena y Darien caminaron tomados de las manos hasta la mesa deliciosamente decorada con chocolate, pan dulce, una botella de champaña sín alcohol, fresas con chocolate y de fondo la música de Ricardo Arjona.
-¿Lo hiciste tú sólo? - preguntó con una ligera sonrisa.
-Recibí algo de ayuda - admitió sín revelar de quién.
No preguntó por el momento, disfruto de la vista de la ciudad Altense desde las alturas, mientras Darien servía la cena Serena sonrió al ver la ensalada de verduras, cirdero relleno de setas con salsa de naranja, sólo esperaba de todo corazón qué Darien no hubiera hecho de cocinero en está ocasión, por qué no tendría nada a la mano para arreglarlo y tratar de comer.
-Espero qué lo disfrutes - sonrió Darien.
Sabía bien qué el desayuno no había quedado cómo a él le hubiera gustado pero la cena es otra cosa, había seguido cada instrucciones del chef y me había dado el visto bueno, Serena sonrió y se sentó a la mesa con ayuda de Darien y sín poder evitarlo preguntó.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...