Serena volvió al trabajo tal cómo se lo había comentado a Rei, las horas en la casa de mascotas le ayudaba a no pensar en Usagi, Fabricio y en él, sobre todo en él.
Había escuchado a Rei hablar por teléfono y su rostro cada día lucía más y más preocupado, pudo imaginarse sín temor a equivocarse qué se trataba del inombrable y de cierta manera se sentía mal, por qué Rei lo había abandonado para ponerse de su lado, pero ¿Por cuánto tiempo ella soportaría eso? Darien era su hermano y el lazo de sangre era irrompible y lo sabía mejor qué nadie.
-¿Sucede algo? - Seiya se acercó a Serena, la había visto caviar la mayor parte del día y era así desde qué volvió al trabajo, de aquella feliz y sonriente parecía no quedar nada.
-En realidad sí, hay algo qué no te he dicho y es necesario qué lo sepas - dijo llevándose una mano a su vientre.
-¿Algo malo? - preguntó Seiya con preocupación.
-No, no es nada malo para mí es todo lo contrario, es lo mejor qué me ha podido suceder, y sí no lo había compartido contigo es por qué no sabía cómo hacerlo, Seiya yo... Estoy embarazada.
El silencio se adueñó de la pequeña habitación, sus miradas se encontraron brevemente antes de Serena apartará la mirada, sabía qué Seiya esperaría una explicación, eran amigos después de todo.
-¿Embarazada? - preguntó rompiendo el incómodo silencio.
-Sí, es una historia muy larga Seiya, pero espero qué tú puedas comprender - susurró.
-Felicidades Serena, esto no me lo esperaba - dijo en tono distraído.
Seiya pensó qué había perdido su oportunidad con Serena, quizás debió decirle qué se sentía atraído por ella desde hace mucho tiempo, y no darle oportunidad a otro de romperle el corazón, por qué aún qué ella no dijera era evidente desde qué había regresado, no había felicidad en sus ojos, no estaba la chispa de vida qué ella siempre tenía para compartir, parecía actuar de forma mecánica.
-En realidad yo tampoco, espero qué esto no sea un impedimento para continuar trabajando aquí.
-Por supuesto qué no, sólo qué debería tener más cuidado, y evitar sobre todo qué alguno de nuestros pacientes ponga los colmillo sobre tí - bromeó tratando de levantar el ánimo a la jóven.
-Gracias Seiya, de verdad eres un buen amigo - Seiya asintió, no era así cómo deseaba qué lo viera, pero ahora con el embarazo difícilmente le daría una oportunidad.
-Somo amigos Serena y el qué estés embarazada no cambia tu capacidad y tu profesionalismo, he confiado en tí desde la primera vez qué te ví ayudando al cachorro en el parque ¿Recuerdas?.
Serena asintió, había sido así cómo se había conocido, Serena caminaba por el parque Benito Juárez, cuándo un pequeño cachorro fué atropellado por un vehículo qué no se molestó en verificar al pobre animalito, había sido ella quién lo atendió y afortunadamente sólo había terminado con factura en una de sus patitas y Seiya lo había presenciado todo, se acercó a ella para brindarle ayuda y juntos trasladaron al cachorro a la casa de mascotas para su recuperación.
-¡Era sólo una estudiante en ese momento! - exclamó con una ligera sonrisa.
-Ahora eres toda una profesional, muy capaz de salir adelante - Serena sonrió nuevamente, era agradable qué Seiya le recordará lo qué había sido y sus sueños.
-Gracias a tí por dame la oportunidad en ese momento, nunca tendré cómo pagarte - dijo con una seriedad.
-Mmm... Eso no es verdad, puedes pagarme ahora.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...