-¿Te gusta? - preguntó y Serena tuvo qué tragar el nudo en su garganta, era la primera vez qué a ella le gustaba algo qué fuera de tanto valor, elevó la mirada de la preciosa joya para mirar a Darien.
-Es precioso, sín embargó no creó ser la mujer destinada a recibirla, yo... El sonido de su móvil interrumpió la conversación.
cerró los con frustración e iba la llamada por qué ese era su momento, el momento de ser sincera con Darien, por qué él no se merecía el engaño, sé notaba el amor qué sentía por Usagi.
-¿No vas a responder? - preguntó con una ligera sonrisa - Podría ser importante - insistió mientras el móvil continuaba sobando.
Serena se lamentó no haberlo dejado en vibrado, respiró y cogió el móvil de la bolsa de mano qué le acompañaba.
-¿Otro móvil? - Serena no respondió la pregunta de Darien, ver el nombre de su madre en la pantalla le hizo perder el color.
-Aló - respondió mientras su cuerpo se tensaba ante las palabras de su madre.
-Vuelve a casa... Es Usagi.
La mirada de Serena sé posó de nuevo sobre Darien, qué la mirada con una sonrisa en los labios, las palabras de su madre por un momento le hicieron volver una semana atrás, púes con esas misma palabras había comenzado aquél enredo.
-¿Está bien? - se puso de pie para acercarse a ella.
-Debo volver a casa, he olvidado qué la modista llegaba hoy ¿Podrías llevarme? - pidió con temor, su cabeza era un mar de pensamientos y su corazón latió con miedo y desenfreno.
¿Qué sucedía con Usagi? Rogó por qué su hermana estuviera bien y quizás la encontraba despierta, aferrándose a esa posibilidad sé olvidó de contarle a Darien qué ella era Serena Moon.
Darien condujo el auto de regreso a la casa Moon, sentía una extraña opresión en el pecho al ver el rostro de la mujer a quién creía Usagi, lejos de saber la verdad, tomó la mano de Serena entre sus manos.
-Sea lo qué sea qué te cause preocupación, sabés qué puedes confiar en mí, Usagi.
Serena asintió y el dolor de su pecho se incrementó el doble, Darien era un buen hombre y merecía ser feliz, esperaba qué sí Usagi se convertía en su esposa, supiera hacerlo feliz y sobre todo valorar el maravilloso hombre qué parecía ser, era consciente de qué estaba sacando conclusiones apresuradas, y qué era muy temprano para definirlo cómo un buen hombre, pero ¿Quién haría todo lo qué él hacía por amor? Se preguntó púes en las dos veces qué había hablado con él por teléfono y ahora está cita, él se había comportado cómo un verdadero cabellera, amoroso y atento.
-Te llamaré - prometió Serena con una sonrisa, confiando en qué su hermana fuera quién devolviera las atenciones a Darien, sé despidió y camino hacía su casa, con el cuerpo tembloroso.
.....
Darien se marchó con la sensación de qué algo se le estaba escapando de las manos, Serena había actuado por momento diferente, pero lo atribuyó a los nervios de la boda, con ese firme pensamientos encendió encendió el auto y sé dirigió a casa, Serena se dirigió a la sala dónde sus padres estaban sentado tomando té.
-¿Qué sucede con Usagi? - preguntó al verlo tan apacible y con una ligera sonrisa en los labios.
-Aún nada, tu hermana sigue en el mismo estado qué cuándo nos marchamos está tarde, pero tu madre y yo hemos conversado al respeto y antes tu rotunda negación de casarte con Darien no, nos queda otra opción qué desconectar a Usagi del respiratorio artificial, los gastos de la clínica superarán en cualquier momento el monto qué aún nos queda, sín contar la duda qué adquirimos con Darien al incumplir el acuerdo firmado, pero dado tu poco interés en ayudarnos, sobre tí recaerá totalmente la responsabilidad.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...