Serena abrió los ojos, estaba sorprendida de ver a Darien de rodilla y el ramo de rosas extendidas hacía ella ¿Qué se suponía qué debía hacer? Abrió y cerró los labios cómo sí fuera un pez fuera del agua, incapaz de emitir una sola palabra.
-Perdóname Serena - susurró Darien, Serena reaccionó ante las palabras de Darien, dió un paso atrás y se aferró a la manija de la puerta cómo sí fuera un salvavidas.
-¿Estás loco? - gritó luego de sobreponerse a la impresión de verlo ahí de rodillas, miró de un lado a otro para ver sí tenían público, pero aquellos estaba pasillos estaban desiertos.
-He venido a pedirte perdón por todas mís malas acciones, Serena yo...
-¿Malas acciones? ¡Casi pierdo a mís hijos Darien! - gritó enojada girando sobre sus pies, Darien agradeció qué no le tirara la puerta en las narices una tercera vez, por lo qué sé apresuró a ponerse de pie.
-¡No! No te atrevas a moverte de ahí Darien Shields - gritó al girarse y ver las indicaciones de Darien.
-¿Qué?.
-¡Qué te quedes ahí Darien!...
-Serena, yo...
-¿No es qué estás pidiendo perdón? - exclamó Serena, su corazón bombeaba fuerte dentro de su pecho, y su cobeza se preguntaba lo qué estaba haciendo.
-Sí, y estaré de rodillas todo lo qué haga falta, te amo Serena - dijo.
-Púes déjame decirte qué puedes pasar una eternidad allí por qué no quiero saber de tí, me haces mucho daño verte Darien, no ha sido nada fácil para mí.
-Lo sé, pero tampoco lo ha para mí, aún qué debo reconocer qué he sido ciego y sordo, todo en tí me gritaba qué eras alguien distinta y no quise verlo, no quise dame cuenta de qué mí corazón empezó a amar, a la mujer qué caminó hacía el altar para convertirse en mí esposa y no a la mujer qué había tenido antes de eso, creí amar a Usagi pero mí corazón nunca latió tan fuerte cómo lo hizo por tí, me enamoré el día de la boda de una mujer distanta Serena, me enamoré de tí.
Serena apretó su mano en un puño, no sabía sí quería golpearlo o abrazarlo, pero sé obtuvo de hacer cualquier de las dos cosas, no podía perdonarlo fácilmente, además no podía confiar en ese supuesto amor, simplemente por qué se lo decía.
-No creó en tus palabras Darien, no puedo creer en un hombre qué hasta hace unas semanas me gritó a la cara qué amaba a mí hermana gemela ¡No puedo!. - dijo con sinceridad.
-Dame una oportunidad de demostrarte qué es a tí a quién amo, así me lleve la vida entera Serena, no me daré por vencido, yo quiero una vida contigo y nuestros hijos, viviré para tí y para ellos solamente - dijo Darien con la más grande sinceridad naciendo de su corazón.
-Hechos Darien, quiero hechos y no palabras, sí de verdad me amas cómo dices, demuéstralo - Serena habló sín pensar o quizás no, en el fondo ella estaba enamoranda de Darien, y deseaba vivir con él la experiencia de ser padres, pero no sé lo pondría fácil.
-Dime qué tengo qué hacer - preguntó.
-Sí aún lo preguntas, date una oportunidad no tiene sentido Darien ¿Qué hace un hombre enamorado? - preguntó y sín darle tiempo agregó - Te dejaré de tarea.
Serena le arrebato las rosas de las manos, por qué eran sus favoritas y cerró la puerta nuevamente, está vez con una sonrisa en los labios, Darien sonrió detrás de la puerta, se puso de pie para poner su plan en marcha.
.....
Serena pasó el resto de la tarde pensando en Darien, se asomaba a la rendija de la puerta para ver sí seguía ahí, pero cada vez qué lo hizo se sintió decepcionada, púes no logró verlo, enojada consigo misma se sentó en el sofá y encendió la televisión para matar el tiempo, recibió un par de llamadas de Seiya preguntándole sí estaba bien, o sí había cambiado de idea y podía acompañarlo.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...