Capitulo 28 JURO QUÉ TE AMO

208 20 1
                                    

Serena abrió los ojos lentamente confiando en qué sólo había tenido una terrible pesadilla, y qué la figura de Darien en su puerta era sólo una mala broma qué su mente le quiso jugar.

-Serena ¿Estás bien? - la voz de Darien le hizo abrir los ojos abruptamente.

Darien observó la reacción de Serena y sé alejó de la camilla del hospital dónde la había trasladado, preso del temor qué algo malo le sucediera.

-¿Qué haces aquí? - gritó Serena mirándolo con recelo - Darien bajó la mirada ante el miedo qué Serena transmitía en su mirada.

-Te has desmayado - susurró.

Serena observó la habitación y se dió cuenta de qué no estaba en casa, sí no en una habitación de hospital, instintivamente se llevó una mano a su vientre con el miedo rompiendo su corazón, Darien observó la acción y sé sintió mucho más culpable, por lo qué sé apresuró a hablar.

-Nuestros hijos están bien, tu desmayo fué debido a la impresión de...

-¿Nuestros hijos? - interrumpió Serena con voz dura.

-Sí, nuestros hijos - respondió mirando la irá aparecer en su mirada.

-No Darien, dirás mís hijos por qué son únicamente míos, tú los despreciaste, renegaste de ellos, así qué no ¡No son tus hijos! - gritó con enojo.

-Por favor Serena no te alteres, no le harás bien a nues... A tus hijos - rectificó para no hacerla enojar.

-Me calmaré por ellos, no por qué tú me lo pidas Darien, y sí no tienes nada más qué hacer, te pido qué te marches y no regreses - espetó apartando la vista del hombre, Darien apretó las manos en dos puños.

-No puedo dejarte sola Serena, además el doctor a cargo dijo qué podía llevarte a casa, es casi de madrugada y vinimos en mí auto - dijo esperando no provocar de nuevo a Serena.

-No te preocupes, llamaré a Seiya, puedes irte - Darien sintió cómo sí Serena le hubiera abofeteado al mencionar el nombre de otro hombre delante de él.

-¿Es el hombre qué estuvo contigo está noche? - preguntó con un nudo en la garganta.

-¡Me estás espiando! - exclamó alterada, Serena no podía creer qué Darien estuviera allí frente a ella, y encima estuvieron "conversando".

-No, no estaba espíándote, mí intención era hablar contigo, pero no me atreví a abordarte en ese momento, no creí lo suficientemente capaz de poder controlarme sí me acercaba - Serena lo miró con una ceja elevada.

-Tú siendo razonable? No sé sí reír o llorar Darien, lo qué sí se es qué no quiero verte, no quiero saber nada de tí, nuestra historia comenzó mal por mí culpa, pero terminó mucho peor por tu falta de humanidad.

Serena no pudo evitar el sollozo qué salió de sus labios, por qué le dolía tenerlo ahí frente a ella, y saber qué lo qué pudo ser no sería jamás.

-Lo sé, se perfectamente qué no fuí un buen hombre contigo Serena, pero por favor ¡Trata de comprenderme! ¿Cómo hubiese reaccionado tú? No puedes culparme del todo, yo no sabía... ¡No sabía lo qué estaba pensando! Ni siquiera sabía qué existías, siempre creí qué Usagi era hija única, no podría jamás haber imaginado qué tú no era ella y esas fotos...

-No puedo culparte por eso, se qué te hicimos daño, qué fuiste una víctima de mís padres cómo lo hemos sido Usagi y yo, aún así pudiste dame el beneficio de la duda en cuánto a mís hijos, eso es lo qué no puedo perdonarte Darien ¡Casi los pierdo por tu culpa! ¿Tienes idea del miedo qué sentí? ¿Puedes siquiera imaginar lo qué fué para mí pensar qué podía morir? No Darien, eso es lo qué no puedo perdonarte.

LA OTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora