Rei observó a su hermano feliz, no sabía qué hacer o decir, después de un largo momento y convencida de qué ambos debían hablar y solucionar de una vez por todas sus problemas, optó por dejarle las cosas al destino, ya mucho se había interferido en sus vidas para continuar el mismo patrón.
-¿No dices nada? - preguntó Darien.
-¿Qué puedo decir hermano mío? Espero qué tengas la oportunidad de redimirte ante ella y sobre todo de ser perdonado, no sé sí eso es fácil pero lo deseo de todo corazón - expreso Rei.
Darien comprendía las palabras de su hermana, y sabía el lugar dónde Serena sé encontraba, no le garantizaba qué sería fácil entablar una conversación con ella, después de todo lo ocurrido entre ellos.
-¿Tú sabias verdad? - inquirió.
-ten un buen viaje Darien.
-¡Espera! - gritó al ver a Rei huir.
-¿Qué suced...?
Rei no dijo más, púes su corazón se oprimió ante el abrazo de su hermano, desde hacía mucho tiempo qué no se sentía tan cerca, todo lo ocurrido con las gemelas les fué separando cada día qué pasaba, y esperaba qué esté pequeño momento, fuera decisivo para volver a unirse cómo familia.
-Siento no haberte escuchado, no haber creído en tí - dijo Darien escondiendo el rostro en el cuello de Rei.
-Todos nos hemos equivocado Darien, lamentablemente Serena sé ha llevado la peor parte en está historia, ve por ella y hazla feliz - dijo con total sinceridad.
-Es lo qué pretendo, no importa el tiempo qué me lleve pero reconquistaré su amor - dijo, sín embargó Rei notó cierta vacilación en su voz, del hombre seguro de sí mismo parecía no quedar nada.
-Se qué lo harás - dijo animandodolo - Rei se despidió de Darien, mientras salía de la habitación, rogando por qué está vez ellos pudieran concretar su felicidad.
Darien siguió los pasos de su hermana, subió a su habitación para darse una rápida ducha y salir en buscar de Serena, no perdería está única oportunidad para hablar con ella y buscar su perdón.
.....
Mientras tanto tanto Serena sé tomó el día libre, había tenido cita con su ginecólogo para saber cómo seguían sus pequeños y afortunadamente no había peligro para ellos, y eso tranquilizó el corazón de la futura madre, no era fácil llevar dos vidas dentro de su cuerpo pero haría lo qué fuera por tenerlos con bien al mundo.
Aprovechando qué tenía el resto del día para ella y sus bebés, sé dirigió al centro comercial para empezar a buscar algunas prendas para ella, ya qué su vientre empezaba a crecer con mayor rapidez y la ropa ya le quedaba ajustada.
Se entretuvo entre la sección para embarazadas y en la sección para bebés, se enamoraba de cada cosa qué miraba, se sentía un poco nostálgica púes nunca imaginó qué estaría embarazada a los 23 años, y mucho menos qué viviría la experiencia de ser madre soltera, trató de apartar de sus pensamientos a Darien, no se merecía un sólo pensamientos de su parte y mucho menos sus lágrimas, ya había llorado mucho por su causa y no quería seguir estancada en la misma situación, debía ver hacía el futuro y pensar en sus hijos y nada más, el sonido del móvil interrumpió sus pensamientos, sonrió al ver el número de Rei en la pantalla.
-Aló.
-Hola Serena, lamento no haberte llamado antes pero llegué tan cansada qué me he quedado dormida, sí no es por los ladridos de Mandy no me hubiese dado cuenta de lo tarde qué era.
-No te preocupes Rei, gracias por llamar y sobre todo por qué me tranquilizaba qué llegaras con bien.
-Sí todo bien, solamente quería saber sí estabas en casa y cómo te había ido con tu cita.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...