"Te he mentido Darien, yo... No te amo, nunca te ame".
"Estoy enamorada de un hombre, pero ese hombre no eres tú".
En la cabeza de Darien, las palabras de Usagi se repetía una y otra vez, mientras su cuerpo era recorrido por un sudor frío y su corazón amenazaban con detenerse en cualquier momento y no sabía exactamente por qué, quizás era por qué había estado engañado más tiempo, o quizás era el temor de haberse equivocado profundamente con Serena.
-¿Qué? - susurró incapaz de encontrar su voz, el nudo en su garganta le impedía emitir palabra alguna.
Darien sentía cómo sí una mano le apretara el cuello y le impidiera respirar, sus pulmones empezaban a arder por la falta de oxígeno en ellos.
-Está es mí verdad Darien, y por muy dolorosa qué sea tengo qué decirla, por qué tú necesitas saber y por qué yo necesito liberarme de está cadenas qué han atado mí vida.
-No puedo creerte ¿Haces esto para favorecer a tu hermana? - preguntó con desesperación - Darien no concebir aquella verdad, por qué de ser cierto no tendría él...
-¿Eso es verdad? ¿O lo estás haciendo por Serena? - insistió, Usagi negó con un movimiento lento de cabeza, mientras sus lágrimas sé derramaban por sus mejillas.
-No, lo hice por qué mís padres me obligaron a aceptar aquella primera cita contigo, y luego no pude escapar y terminé aceptando ser tu novia y posteriormente tu prometida, Serena no tiene nada qué ver, ella es una víctima más de mís padres, la obligaron a aceptar ocupar mí lugar por qué es a ellos a quienes no les convenía qué la boda no se llevará a cabo - el silencio hizo en la habitación y el ambiente se llenó de miles de emociones, sentimientos y culpas.
-¡Mientes! - gritó Darien, casi sín aire.
-¡Lo siento Darien, realmente lo lamento tanto! Pero está es la verdad no te amo, nunca estuve enamorada de tí, mí corazón le pertenece a Fabricio de Rossi - gritó desesperada.
Quería ponerse de pie y salir corriendo de la habitación, temía qué esto terminará mal, nunca antes había tenido la valentía para enfrentarse a nadie, cómo lo hacía hoy y con nada menos qué Darien Shields, su ex prometido.
-¿Lo sientes? Qué fácil es decir qué lo sientes, cuándo el mal está hecho ya ¿Qué clase de persona creés qué soy, Usagi? ¿Creíste qué no sería capaz de entender de habérmelo explicado? - Darien sé mesó el cabe, hablandose las hebras con desesperación.
-Tenía miedo de qué no comprendiera y sobre todo, temía la reacción de mís padres sí me negaba a aceptar una relación contigo ¡No sabés de lo qué son capaces con tal de salirse con la suya! - gritó desde la cama.
-Claro qué lo sé ¡Ahora lo sé! - gritó furioso - a ninguno de ustedes les importó lo qué yo podía sentir al descubrir está verdad y ¿Luego qué? ¿Cuánto tiempo ibas a seguir fingiendo?.
-Iba a irme con Fabricio, y sí no fuera por ese maldito accidente lo habría hecho - lloró Usagi Usagi aferrando sus manos a las sábanas.
-¿Pensabas escapar con él? - preguntó Darien casi ahogándose.
-Sí, sí pensaba huir con él, pero luego todo cambió y Serena se vió obligada a usurpar mí lugar.
-¡Se confabuló con tus padres para no perder el dinero de la boda! - gritó, caminó de un lado a otro, tenía qué ser así, no podía soportar otra verdad.
-¡No! Serena es inocente de todo esto, fueron mís padres quienes la presionaron para qué aceptará casarse contigo - dijo con más seguridad en su voz.
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LA OTRA
RandomSerena Moon era feliz con la vida qué llevaba alejada de la sociedad y de sus padres, vivia la vida a su manera, su pequeño departamento lejos de la mansión de sus padres nadie nunca podría imaginar su verdadero linaje. Darien Shields lo tenía todo...