~Capítulo ocho~

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Era sábado por la mañana y me encontraba de camino de vuelta a casa en el autobús. Había pasado por el centro comercial a recoger los regalos de los gemelos.

Estaba sentada en los asientos del fondo con los cascos escuchando música, mirando por la ventanilla absorta en mis pensamientos. Ya estaba cerca de mi casa, cuando veo que alguien se para a mi lado. Era un chico de más o menos mi edad. Tenía el pelo largo atado en una coleta, se veía bastante atlético. Y por su ropa y la bolsa que llevaba supongo que venía del gimnasio. Me quité un casco para poder escuchar porque al parecer me estaba preguntando algo.

—¿Perdona? —pregunté. Él se echó a reír.

—¿Puedo sentarme? —preguntó señalando el asiento donde se encontraba mi bolso y las bolsas de los regalos.

—Oh si, si. Perdona. —retiré mis cosas del asiento.

—No pasa nada. —dijo riéndose mientras se sentaba. -Regalos eh, que suerte tiene tu novio.

—Oh, no es para mí novio. Son para unos amigos, hoy es su fiesta de cumpleaños. —reí.

—Vaya, pues que buena amiga. —dijo con una sonrisa —¿Y tu novio irá contigo?

—No tengo novio —me sonrojé — bueno yo ya me bajo en la siguiente parada. —me puse nerviosa y me levanté para salir.

—Pásalo bien en la fiesta preciosa. —me guiñó un ojo.

—Gracias. —le sonreí y esperé a que el autobús parara para bajarme.

La parada era una calle detrás de mi casa. Habíamos quedado a las 12:30 para ir a la casa que habíamos alquilado, los chicos querían hacer una barbacoa para comer todos juntos en tranquilidad antes de todo el barullo que se formaría después con la fiesta.

Llegando a mi casa divisé a alguien en mi puerta, según me fui acercando vi que era Niky.

—¿Qué haces aquí? —pregunté acercándome.

—¡Aleluya hermana! —grito al verme —¿Dónde cojones estabas?

—Fui al centro comercial a recoger el regalo de tus hermanos. —dije metiendo la llave en la puerta de mi casa — ¿Pero qué hora es? —pregunté.

—Las doce de la mañana. Pero quería pasar antes porque te conozco y meterte prisa. —rió.

Subimos a mi habitación y me dispuse a coger una bolsa donde meter las cosas que necesitaría.

—¿Qué les has comprado a los repetidos? —intentó mirar dentro de las bolsas.

—¡Prohibido tocar! —le pegue en la mano. -lo verás en la fiesta como todos.

—Que especialita eres. —bufó mientras rodaba los ojos —por cierto, mete un bikini, la casa tiene piscina recuerda.

—Me da vergüenza —me miro dudosa, como si no supiera a que me estaba refiriendo —ponerme en bikini delante de tus hermanos. —aclaré.

—Oh por Dios no me seas estúpida. —rebuscó en mis cajones —mira este te queda genial. ¡Ala vámonos!

—Eres insufrible Niky.  —resoplé cogiendo mis cosas.

-Pero así me amas. -me lanzó un beso al aire.


[.........]


Nos encontrábamos todos de camino a la casa en la furgoneta del padre de Georg. Era de siete plazas y era la única forma de poder ir todos juntos.

Georg iba conduciendo, pues obviamente era el único que tenía carnet y edad para conducir. Gustav iba de copiloto controlando la música. Gus era como nuestro padre, el más responsable y el que intentaba todo el rato controlar la situación. En los asientos del medio íbamos Bill, Niky y yo en medio de ellos. Y atrás en los asientos restantes iba Tom y las maletas.

Something about you ; TOM KAULITZ(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora