~Capítulo dieciséis~

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Tom se quedó en silencio durante algunos segundos, pero no un silencio de esos cómodos, y eso era lo que me preocupaba. Deshizo su abrazo y se tumbó boca arriba en la cama, cubrió su cara con ambas manos y soltó un grito de desesperación.

—¡JODER! —gritó y se puso en pie. —¿Por qué no me lo dijiste? —me miró.

—¿Que importa eso Tom? —me incorporé en la cama quedando sentada frente a él —Eso no cambia nada.

—¡SI JODER, LO CAMBIA TODO! —dijo en un grito desesperado mientras iba recogiendo su ropa del suelo.

—¿A donde vas? —pregunté preocupada.

—Tengo que irme —se vistió a prisas y corriendo —necesito una puta copa. —me miró antes de salir por la puerta de mi cuarto y negó con la cabeza —O más bien una botella entera.

Lo escuché bajar las escaleras maldiciendo en todos los idiomas. Me quedé paralizada, me había follado y adiós. Me sentía como una muñeca de trapo, utilizada y pisoteada. Las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos sin control, si pensaba que Tom me había hecho mierda anteriormente estaba equivocada, ahora sabía a lo que se refería Niky. Solté un grito de rabia mientras mis lágrimas caían por mis mejillas, el dolor en el pecho era insoportable.

Te odio Tom Kaulitz.

Tom:


Salí corriendo de casa de Emi, no me podía creer lo que acababa de hacer. Había desvirgado a Emily, YO HABÍA SIDO SU PRIMERA VEZ.

Emily se merecía una primera vez bonita, con una persona que amara de verdad y la amara a ella de la misma forma, no conmigo. Se merecía un tío que mereciera la pena de verdad. Un tío que le hiciera el amor y no una follada sin sentimientos.

Los polvos de calentón eran mi especialidad, el sexo de una noche y si te he visto no me acuerdo. Sexo sin compromiso, pero, ¿hacer el amor? Ni si quiera sabía cómo se hacía eso.

La había jodido pero bien, lo ultimo que quería era hacer daño a Emily y le había jodido uno de los momentos más importantes de su vida. Uno de los momento que tendría que recordar siempre, y yo le quité esa oportunidad.

Todo por un mal calentón. Bill me iba a matar si se enteraba.

Caminaba sin saber a donde mi dirigía, solo quería correr y no parar. Sentía mucha impotencia y rabia conmigo mismo.

Debía arreglar esto de alguna forma, debía alejar a Emily de mi, de un tío que teme al compromiso, que no vale la pena. Ella se merecía alguien que la supiera amar.

Llegué hasta la puerta de una discoteca, entré dentro y me acerqué a la barra. Necesitaba beber hasta perder el conocimiento, necesitaba borrar los recuerdos de aquella noche de mi memoria, como si nunca hubiera pasado.

[.........]



La luz de la mañana me despertó, como siempre Bill había dejado la ventana abierta y los rayos de sol me llegaban de lleno. Cualquier día lo mataré.

Me incorporé en la cama y rápido llegó el dolor de cabeza, sentía que me iba a estallar. La maldita resaca haciéndose presente. Me puse en pie a duras penas, maldiciendo en mi mente todo el alcohol que había consumido ayer, sobretodo porque no había servido de nada, me seguía acordando del polvo con Emi.

Me dirigí al baño, mi imagen en el espejo demostraba lo jodido que estaba. Lave mi cara con agua fría para espabilar un poco, lave mis dientes para quitarme el sabor a alcohol y cigarro y salí del baño. Volvía a mi habitación cuando escuché las risas de mi hermana y Emily. Mierda, necesitaba irme de casa. 

Something about you ; TOM KAULITZ(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora