~Capítulo catorce~

1.6K 67 3
                                    

Era viernes por la mañana, me encontraba en clase de historia, pero mi mente no estaba allí, mi mente estaba en la noche del beso con Peter. Ya había pasado una semana y mi mente seguía pensando en ello.

Me encontraba haciendo garabatos con un bolígrafo en mi libreta mientras la profesora explicaba. Mi cabeza estaba perdida y es que en estos momentos mi corazón y mi mente estaban teniendo una lucha sobre lo que quería y lo que debería.

Mi mente me decía que debería sentir algo por Peter, era un chico maravilloso que se preocupaba por mí y yo le interesaba. Mi corazón en cambio me gritaba que no era Tom, que yo le quería a él y con el beso que me había dado Peter no había sentido nada.

Tom era una persona que no me convenía, no tenía ni idea de lo que era el compromiso y la simple palabra pareciera que le daba alergia. A él le gustaba andar de flor en flor, los amores de una noche y si te he visto no me acuerdo.

Desde aquella noche sentía una presión en el pecho la cual no podía explicar, tal vez era culpabilidad. Me sentía culpable por querer sentir algo por Peter y no poder.

—¿Señorita Meyer? —la voz de mi profesora de historia me sacó de mis pensamientos.

—¿Si? —la miré sobresaltada.

—La clase a terminado. —rió apuntando a la clase vacía.

—Oh, disculpe. —recogí mis cosas y salí de la clase un tanto avergonzada.

Caminé por el pasillo hasta mi siguiente clase. Inglés, con la señorita Smith. Mientras iba camino al aula sentí un leve tirón de mi coleta. Me giré y vi que se trataba de Niky.

—Estúpida —le di un leve empujón — me asustaste.

—Cuando te lo hagan en la cama te gustará —le miré mal mientras ella reía —es verdad, hazme caso. -me guiñó un ojo.

—Idiota —la abracé mientras caminamos juntas hasta nuestra clase de inglés.

—¿Que vas a hacer hoy, vienes a cenar a casa? —me miró con una sonrisa —hoy vuelven los chicos.

Los chicos habían estado unos días de viaje fuera de Magdeburgo por asuntos de la banda, ya saben alguna que otra entrevista, sesiones de fotos, firmas y esas cosas.

Y Tom no me había ni enviado un mensaje en toda la semana. ¿Me estaba evitando?

—No se Nini, tengo que estudiar para el examen de Biología. —comenté mientras me sentaba en mi sitio.

—Venga puti —hizo pucheros —vienes, cenamos, salimos a tomar un par de copas y para casa. —juntó su manos en forma de súplica —Te juro que luego yo te ayudo a estudiar.

—Bueno.... -rodé mis ojos —pero un par de copas nada más. —la señalé con mi dedo índice y ella rió.

[........]

Estábamos en casa de los Kaulitz colocando la mesa para la cena, Niky miraba por la ventana esperando que los chicos llegaran.

—¡Ya están aquí! —gritó mi mejor amiga mientras corría a abrir la puerta de casa.

Entonces dos siluetas altas se hicieron presentes en la puerta de la casa, los dos gemelos sonrientes abrazaron a Niky.

Se llevaban como el perro y el gato, pero no podían vivir los unos sin los otros.

Saludaron a su madre y a su padrastro con un cálido abrazo. Bill se acercó a mi con una sonrisa y me abrazó fuertemente mientras dejaba un beso en mi cabeza.

—Te he extrañado mucho renacuaja. —sonrió mientras sujetaba mis mejillas con sus manos y besaba mi frente.

—Yo también erizo, esto a estado muy tranquilo sin vosotros. —reí. Entonces mi mirada se desvió hacia Tom que se acercaba a nosotros.

Something about you ; TOM KAULITZ(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora