~Capítulo diez~

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Caminé de vuelta al jardín, me acerqué a la barra donde se encontraban los chicos, agarre dos chupitos y los tomé de un solo trago. La cara de asco vino acompañando la bebida, estaba demasiado fuerte.

Necesitaba más.

Bill, Georg y Gustav me miraban con los ojos abiertos, expectantes.

—¿Qué? —pregunté de mala gana.

—¿Y esa cara? —preguntó mi hermano —¿Qué te pasa?

—Nada. —respondí cortante. Agarre un vaso, me serví una copa y caminé a sentarme a las hamacas. Ellos me siguieron.

Estaba que me llevaba el demonio. Me senté en una hamaca, con mis piernas abiertas y mis codos apoyados sobre mis rodillas. Pegué un trago a mi copa, estaba demasiado cargada. Ellos simplemente me miraban sin soltar una sola palabra, sabían que cuando estaba enfadado no había quien me hiciera entrar en razón. Yo tenía mi mirada fija en un punto, bebía de mi copa sin apartar la mirada.

Observando mi objetivo como si de un león a punto de cazar a su presa me tratara.

Georg se sentó a mi lado y me pasó un brazo por los hombros, pegó un trago a su copa y desvió la mirada hacia donde yo miraba.

Emily ya había salido fuera, se encontraba bailando con el estúpido Peter ese. El imbecil se pensaba que estaba en una puta película romántica. Niky y Jake estaban con ellos, al parecer el idiota numero uno era amigo del idiota numero dos.

La sangre me estaba hirviendo, sentía como si en cualquier momento me fuera a estallar la cabeza.

—Si las miradas mataran yo sé de uno que ya estaría bajo tierra. —dijo Georg entre risas.

—No los soporto, ni al príncipe de la sirenita ni al chino de karate kid. —bufé enfadado.

—Jake es samoano idiota. —añadió Gustav.

—Me la suda, chino de mierda. —solté y todos rieron.

—Vamos a joderlos hermano. —dijo Georg. Yo lo miré con una sonrisa —Tu vas a por Emi y yo por tu hermana. —dijo mi mejor amigo poniéndose de pie. Yo le seguí.

Caminamos decididos hacia donde ellos se encontraban, con una sonrisa y la chulería que siempre llevábamos. Georg era mi cómplice de crimen, el que siempre me seguía en todas mis locuras. Estoy seguro que si alguna vez matara a alguien, Georg me ayudaría a esconder el cuerpo.

Nos acercamos lentamente donde ellos estaban, empezó a sonar una canción mucho más lenta, pero lenta en el sentido sensual. Justo en el momento perfecto, luego le daré una propina al Dj porque me acaba de dejar todo en bandeja.

Emily se encontraba con "El principito" y mi hermana Niky con "el chino cachas", Georg se acercó donde el segundo individuo y mi hermana, agarró a Niky de la mano y con un "-disculpa." entre risas la pegó a su cuerpo para bailar.

Yo me acerqué donde Emi, la agarré de la mano y con mi mano restante la agarré de la cintura atrayéndola hacia mí. Yo no me disculpé, simplemente le sonreí de forma maliciosa y le guiñé un ojo al estúpido de ojos azules.

Los dos bailamos al son de la música, de una manera sexy. Pegados el uno al otro, tanto que no cabía ni una molécula de aire entre nosotros. Bajé mis manos a las caderas de Emily, y esta llevo las suyas a mi cuello. Esto no era un baile, era hacer el amor con ropa.

La temperatura estaba subiendo, no sé si sería por culpa del alcohol, del baile o de lo sexy que se veía, pero estaba sudando en frío.

Emily estaba borracha, se le notaba. Cuando bebía perdía la vergüenza y a mí el alcohol me ponía cachondo, por lo que todo eso junto con el baile era una combinación explosiva.

Something about you ; TOM KAULITZ(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora