~Capítulo treinta y seis~

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Tom:

Caminé hacia la puerta a paso lento, mentalizándome en las palabras que le diría aunque me abofeteara. Si era así, me lo merecía. Agarré la manilla de la puerta y abrí esta lo más despacio que pude.

—¡Toma tu estúpida ropa! —mi hermana me la lanzó en la cara. —La próxima vez que te vengas con tus guarras al hotel pasas primero por casa. —se cruzó de brazos.

—¿Qué haces tú aquí? —miré a cada lado del pasillo —¿Dónde está Emi?

—Me pidió que viniera yo —se encogió de hombros —dijo que tenía cosas que hacer y no le pillaba de paso, así que claro me tocó pringar a mi —me miró mal —un puto domingo que se supone estoy de resaca.

—Bueno porque levantes tu culo gordo de la cama por una vez no te vas a morir. —me burlé.

—Vuelve a decir que tengo el culo gordo y de la patada en los huevos que te meto te dejo sin descendencia. —me señaló con su dedo.

—¡Hola Niky! —Chantell apareció por detrás mía saludando a mi hermana con una sonrisa.

—Lo que me faltaba —rodó sus ojos— la cerebro de mosquito. Me voy Tom. —me sacó su dedo del medio mientras desaparecía por el pasillo— que os peten el culo.

—Que simpática es tu hermana —bufó Chantell— de verdad que es Miss simpatía. —dijo volviendo dentro de la habitación mientras yo cerraba la puerta de nuevo.

—Si bueno, ella es así con casi todo el mundo. —comencé a vestirme.

—Con Emily no. —me miró sentada desde la cama.

—Pero Emily es Emily —me encogí de hombros con una sonrisa mientras terminaba de vestirme.

Emily es Emily, ahí está la clave.

¿Que tendría que hacer Emily un domingo a las diez de la mañana? Quizás no quiso traerme ella la ropa después de la llamada con Chantell. Luego tenía que hablar con ella sin falta, necesitaba aclarar las cosas.

Me coloqué mis zapatos, miré el reloj y me di cuenta que no iba a llegar a la reunión. Bill me mataría si llegaba tarde.

—Chantell —llamé su atención mientras se vestía, esta hizo un ruido con la boca indicando que me escuchaba mientras subía su mirada hacia mí. —¿Te importaría acercarme en coche hasta el despacho de tu padre?

—Por supuesto que no Tomy. —una sonrisa enorme iluminó su cara. Le devolví la sonrisa en forma de agradecimiento.

[........]


Llegamos al enorme y lujoso Hotel del padre de Chantell, uno de tantos que tenía; El padre de Chantell entre sus múltiples negocios dirigía una red de hoteles de cinco estrellas por toda Europa, HOTELES EVANS.

Caminé acompañado de Chantell por el largo pasillo hasta llegar a dos enormes puertas de roble negro donde se encontraban los guardaespaldas del señor Evans, en cuanto nos acercamos estos abrieron las puertas dejándonos pasar.

—¡PAPI! —gritó mi acompañante entrando en la sala para besar a su padre.

—Hola princesa —le correspondió el beso y fijó su mirada en mi. —Hola Tom.

—Hola señor Evans, perdonad por la tardanza. —tomé asiento alado de mi hermano el cual quería asesinarme con la mirada.

—Tranquilo —me sonrió. Algo raro en él ya que era una persona demasiado seria. —princesa, déjanos solos por favor vamos a hablar de negocios. —Chantell asintió y caminó de vuelta a la salida haciendo resonar sus tacones contra el suelo. —Bien, comencemos.

Something about you ; TOM KAULITZ(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora