The hurting: Cap. 22

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Flashback

Narrador

Camila dio su último bocado y suspiró, Lauren aún no había llegado y ya faltaban quince minutos para media noche. Miró su celular y ni siquiera tenía un mensaje, como tampoco había respuesta a los que ella le había enviado.
Se levantó de la mesa dejando el plato en el lavamanos y fue a hacer su rutina de noche para luego recostarse.

Sus ojos estaban cerrados y estaba a un paso de dormirse cuando su celular comenzó a sonar repetidas veces. Lo tomó con el ceño fruncido y lo desbloqueó entrecerrando los ojos hasta adaptarse a la luz.

(6) Mensajes de: Laur 🥘

"¡¡Cielo, lo siento tantoo!!"

"Estoy aquí en el museo, nos hemos quedado con el equipo de restauración mucho tiempo"

"Es una pintura muy vieja que requirió de mucho y no medí el tiempo, lo siento tanto. Estoy yendo a casa"

*Lauren ha enviado 2 fotos*

Camila suspiró de alivio al ver las fotos de su novia en el taller y dejó su celular en la pequeña mesa noche, se levantó frotándose los ojos y fue a la cocina a calentar la comida de la ojiverde que, en cuestión de media hora, ya estaba entrando en la casa.

—Camz, no sabes cuanto lo siento, mi amor—.
Dijo Lauren viendo a Camila dar pequeños cabezazos dormida en la silla de la cocina. Camila abrió los ojos y allí vio a su novia, con un gesto de preocupación en su cara y en sus manos un ramo de rosas y manchas de pintura.

—Ya, descuida—.
Susurró en respuesta y abrazó a la ojiverde escondiendo su cara en el cuello de esta para sentir el perfume que tanto amaba. Lauren le besó la mejilla y le entregó el ramo de rosas el cual Camila miró con una sonrisa y aspiró el aroma.
—Son bellisímas, Laur, muchas gracias—.
Lauren se encogió de hombros y se sentó a comer.

—Es una ofrenda de disculpas—.
Dijo con una risita.
—Ve a la cama cielo, enseguida te alcanzo—.
Camila le dio un pequeño beso en los labios sintiendo el sabor de la pasta y cigarrillo, y fue a la cama luego de un "Te amo".

●●●

El reloj marcaba la una de la mañana y Camila estaba dormida en el sofá, con el celular en la mano y un plato de comida tapado para Lauren. Nuevamente, por segunda semana consecutiva, la ojiverde llegaba tarde a casa y Camila se dormía esperándola.

La puerta sonó y Lauren entró a la sala viendo a Camila despertarse debido al ruido.

—¿Cielo, qué haces dormida aquí?—.
Preguntó Lauren en voz baja mientras caminaba hacia la morena.
—Ve a la cama, es tarde y mañana debes ir a la universidad—.
Camila se sentó y frotó sus ojos mientras que Lauren se sentaba a su lado y destapaba la comida.

—Estaba viendo un programa y me quedé dormida, ¿qué hora es?—.
Camila vio la hora en su celular y frunció el ceño para luego mirar a su novia.
—¿Por qué a esta hora, cariño?, ¿no te pueden dar otras tareas en el museo?—.
Preguntó adormilada y se acercó a la ojiverde para besarle la mejilla mientras esta daba un bocado al sándwich y miraba su teléfono.

—Estaba trabajando en una escultura, tuve que esperar a que se secara en el horno, sé que tardé mucho, cielo—.
Respondió sin separar la mirada del celular y le acarició uno de los muslos antes de tomar nuevamente el sándwich y darle un mordizco.

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