XXIII. Falsa esperanza

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22 de octubre; 2001. Coozhury, Estados Unidos. 02:20 hrs.

Mierda, eso fue complicado —pensó Thomas—, tengo que decirles sobre esto al equipo, además, ¿Cómo terminamos en Coozhury? ¿Tendrá que ver con Sloth?

Thomas pensó eso cuando el combate finalizó, él buscó una manera de salir del circulo de fuego, lo cual no le costó mucho, solo tenía que usar la cuerda del piolet para escalar un árbol e intentar salir usando otro árbol o simplemente caer al suelo. Recogió el piolet del piso y se dispuso a comenzar su escalada, pero sucedió algo que él no esperaba, cuando estaba a mitad de camino para escalar el árbol, sintió como a gran velocidad una hoja de metal frío atravesaba su pecho, dando casi en el corazón, cayendo hacia el suelo en el acto.

—P-p-parece que..., no me..., remataste —dijo tenuemente Oni, mientras sus heridas sanaban lentamente gracias al arte del devorador—, error de principiante.

Thomas apenas y podía respirar, la sangre que salía de su boca hacía que sus vías respiratorias funcionaran deficientemente, aunque, aún tenía un plan en mente, rebuscado tal vez, pero un plan al final.

Él se levantó del suelo, usando las fuerzas que le quedaban, debido a la caída, la hoja penetró mucho más profundo, prácticamente toda la katana estaba ensangrentada, caminando en dirección a Oni, cuando este seguía recuperándose, Thomas usó el piolet para cegarlo, pasando la hoja velozmente por los ojos de Oni, logrando causar una distracción mientras su enemigo se recuperaba de las heridas, debido al pánico, Oni se agarró los ojos, mientras que Thomas, sin perder el tiempo se acercó mas a Oni, al punto de parecer darle un abrazó, empujando la katana hacia Oni, encajando la hoja también en Oni.

—S-supongo que..., e-es mi..., t-turno —dijo Thomas mientras la sangre seguía saliendo de su boca, interrumpiendo sus intentos de hablar.

—¡Maldito! —exclamó Oni mientras sus ojos sanaban— ¡No sabes lo que acabas de hacer!

—¡Claro que lo sé! ¡Estoy ganando! —cuando Thomas pronunció estas palabras, hizo su cabeza hacia atrás, para rápidamente golpear con ella la máscara cortada y ensangrentada de Oni, la cual con cada golpe de la cabeza de Thomas se fue resquebrajando más y más hasta que se rompió, revelando que Oni no era un humano, o por lo menos ya no más; tenía unos cuernos de verdad saliendo de su cráneo, mientras que sus ojos, ya sanados, eran de un color negro con la pupila verde, idéntica al color de la luz que este emitía al regenerarse.

—Yo te advertí —respondió Oni con la nariz rota y sangrante mientras esta comenzaba a sanar, por algún motivo el rostro de Oni se estaba viendo más viejo de lo que había comenzado, cuando Thomas rompió la máscara aparentaba tener su misma edad, alrededor de veintiuno o veinticinco, pero ahora tenía algunas arrugas en su rostro, aparentaba unos cuarenta, mientras que su cuerpo lleno de cicatrices estaba totalmente sanado—, te tengo donde te quería.

Oni abrió la boca, dejando ver que tampoco su boca era normal, esta constaba de dos hileras de dientes, afilados como colmillos de tiburón, al momento de abrir la boca, Thomas se sintió más débil, además de sentir como si el tiempo pasara mas rápido, tenía que hacer algo. Thomas de una patada arrancó la katana de Oni del pecho de este último, alejándose mientras aún tenía la espada clavada en su pecho, pronto se dio cuenta de que ahora se sentía distinto, sus articulaciones le dolían, su espalda estaba igual o peor, todo su cuerpo era más frágil y débil.

—Te dije que no te acercaras —continuó Oni—, esta es mi técnica mas poderosa, puedo robar la energía vital de otros seres vivos y usarla en mí, siendo sincero, no pensaba en usarla contra ti, principalmente porque no iba enserio, claro, te dije que diéramos todo de nosotros mismos, pero no pensé que llegarías tan lejos, de hecho, tu habrías podido acabar conmigo cuando usaste esa máscara, pero no lo hiciste, así que, gracias por dejarme con vida, aunque lástima porque no me remataste, ahora gracias a eso, tienes alrededor de cincuenta años, tu cuerpo no es el mismo, ahora te costara mas poder hacer cualquiera de tus hazañas, si puedes soportar los achaques de tu edad, entonces tal vez debería de matarte rápidamente.

Thomas se levantó, mientras ahora volvía a portar la máscara de la estrella, observando a Oni mientras sostenía el piolet en sus manos.

La verdadera batalla, se daba comienzo.

22 de octubre; 2001. Coozhury, Estados Unidos. 02:45 hrs.

El combate abrió con Thomas, arrojando el piolet hacia el pie de Oni, dando en el blanco para después, usar el hacha corta para realizar un corte en diagonal hacia el pecho de Oni, este trato de retroceder para evitar el ataque, pero este no pudo retroceder, mas bien tropezó debido a que el piolet estaba enterrado muy profundo en la tierra, pero aún así, este logro evitar parte del daño del ataque, haciendo que solo cortara superficialmente.

Carajo —pensó Oni—, eso estuvo cerca, este maldito pico de hielo me estorba, debo de retirarlo, pero sé que Slasher no me dejara hacerlo tan fácil, debo de causarle daño, y puede que recuperar mi katana.

El siguiente movimiento fue por parte de Oni, el cual, al caer, usando su pie libre golpeó a Thomas justo en donde estaba la katana, de tal manera que esta salió del pecho de Thomas y le dio la posibilidad de tomar la espada, mientras que Thomas sangraba más debido a que la hoja ya no detenía el sangrado.

Bastardo de mierda —pensaba Thomas—, debo de ser mas precavido, pero es algo predecible, ahora va a tomar la katana, tengo que impedirlo, no puedo recibir otro ataque de esa espada.

Oni trató de tomar la katana, pero Thomas pateó la hoja fuera del alcance de su rival, dejándolo derribado y atado al kanabo.

Claro que iba a intentar eso —pensó Oni—, pero igual tenía que hacer el intento, esta es mi oportunidad, tengo que quitarme este pico, pero sé que aún no me lo permitirá, así que voy a parecerle un desesperado, no hay forma de que no funcione.

Una vez más, Oni continuó con otro movimiento, este desató el kanabo de sí mismo, pudiendo levantarse e intentar quitar el piolet de su pie, cosa que Thomas no permitió, dando un gran golpe usando el hacha corta, cortando su cabeza a la mitad, o eso creía, Oni colocó el piolet en el camino del hacha, evitando el impacto, ambos forcejeaban por impactar, Oni usando el piolet e intentando perforar el cráneo de Thomas, mientras que este último buscaba cortarlo con el hacha.

Aunque, Thomas contaba con una ventaja, aún no había usado el hacha larga de mango negro que contenía a Tyrfing, así que usando su otra mano alzó el hacha larga sobre su cabeza listo para asestar un golpe mortal a Oni, sin embargo, este no se quedó atrás, y de alguna manera, Oni retrocedió de un impulso con sus pies similar al ataque que hacía con los puños, evitando el ataque de Thomas.

—¡Ahora sí! ¡Seguramente Slasher va a desenvainar su espada y vamos a pelear de verdad! —pensaba Oni de manera entusiasta y extasiada.

El hacha quedo clavada en el suelo, mientras los ojos de Oni brillaban en colores verdes, mientras que sus brazos eran recubiertos por pequeños haces de luz verde que provenían del rostro con sangre seca de Oni, pudiendo blandir el kanabo con suma facilidad y con una sola mano. En un movimiento rápido Oni alzó el arma sobre su cabeza y trató de golpear a Thomas con su enorme mazo de madera increíblemente pesada, cosa que Thomas apenas logró esquivar, sintiendo incluso como cuando el kanabo tocaba el suelo comenzó un pequeño temblor en el suelo, además de levantar una gran nube de polvo y tierra que le impedía ver a Thomas, cosa que Oni aprovechó de buena manera, abalanzándose sobre su oponente mientras sostenía el kanabo a un costado de él. En un movimiento horizontal golpeó a Thomas en el estómago y abdomen, arrojándolo fuera del aro de fuego que cubría el área donde se encontraban.

—Maldita sea —pensó Thomas—, creo que me rompió unas cuantas costillas, mierda, estoy prácticamente acabado, tengo la herida de la puta katana que aún sigue sangrando y las costillas hechas puré, un golpe más y estoy perdido, tengo que derrotarlo si quiero vivir.

Oni se acercaba mientras Thomas veía desde el suelo tratando de recuperarse, el fuego consumía el cuerpo de Oni, pero su regeneración hacía que este tomara una tonalidad verde que recubría su cuerpo, los pasos pesados que lo caracterizaban, además de tener en una mano la cual estaba cubierta por haces de luz verde que sostenía el kanabo y la otra la cual contaba con una katana empapada en sangre.

Por otro lado, Thomas se veía como alguien derrotado, una gran mancha de sangre yacía en el suelo, debajo de la máscara de estrellas salían hilos rojos de sangre que denotaban que había sangrado por la boca y nariz, asfixiándolo dentro de su máscara poco a poco.

Un panorama desalentador y de pura desesperanza.

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