XL. El loco

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30 de junio; 2006. Shadowacre, Estados Unidos. 23:50 hrs.

Desde la ventana, trozos de vidrio se arrojaron hacia el santo, enormes pedazos de la ventana se clavaron en el cuerpo de The Fool, arrojándolo lejos de ahí. No cabía duda; Alisha había llegado.

Rápidamente, un segundo individuo se dirigió al auxilio de Thomas, este era Josuke, el cual sostuvo su corazón y lo colocó de nuevo en el pecho de Thomas, comenzando a sanarlo.

—¡Sálvalo, Oni! —exclamó ella, desenvainando su parang, siguiendo a The Fool hacia otra habitación—, yo me encargo de esta..., cosa.

—¡En eso estoy, vamos, Thomas! —escuchó él, despertándole—, ¡Tienes que vivir!

—Aquí estoy, sigo con vida —respondió, aún débil, pero lo suficientemente fuerte como para incorporarse.

—Ahora estamos a mano —siguió Josuke, ayudando a Thomas a levantarse—, me dejaste vivir en Coozhury, y ahora yo te salvo la vida.

—Muy bien —alentó Thomas, colocando su mano sobre el hombro de Josuke en señal de que todo estaba bien—, gracias, Josuke.

—S-s-sí, Thomas —dijo con timidez, bajando la mano de Thomas tembloroso, aún le temía, se asustaba con la posibilidad de que un día decidiera matarlo si es que lo veía otra vez, seguía teniendo pesadillas.

Thomas bajó la cabeza, pensando en que tal vez había hecho mucho daño a Josuke, pero ese pensamiento se fue en cuanto recordó el motivo de su castigo. Ambos tomaron sus armas y se dirigieron contra The Fool,

01 de julio; 2006. Shadowacre, Estados Unidos. 00:03 hrs.

La noche seguía su transcurso a convertirse en madrugada, mientras que The Fool, contra Alisha arremetió. Ella, escuchando los veloces pasos del santo, cortó a su oponente con el parang, acertando en el rostro, haciéndolo retroceder.

—¡¿C-c-cómo?! —exclamó The Fool, limpiando la sangre de su rostro—, las reglas dictan que solo un santo puede dañar a otro santo.

—¡Ja!, alguien que es tan experto en los santos y que tiene conocimiento del destino debería saberlo —expresó ella, inflando su pecho y hablando con soberbia—, ¡¿No te parece obvio?! ¡Mi santo es The Temperance! Puede controlar la arena, y si la arena es su forma de atacar..., ¡Una hoja cubierta en arena podría hacerte daño!

The Fool gruñó, colocándose en cuatro patas, parecía un perro cazando, un perro de más de dos metros, vestido de oficinista y con unos dientes cuadrados enormes, pero sí, un perro.

El ataque fue dado, The Fool se movió hacia Alisha, sin un plan aparente, como un animal, pero en el momento en el que ella atacó con el parang, algo no sucedió como debía, cortar, solo dio al aire, no había nadie al frente; grande fue su sorpresa, cuando detrás suyo una mordida le destrozó el brazo, combinando la fuerza de la mandíbula con los dientes enormes del santo, sumados a que The Fool, a diferencia de la pelea con Thomas, no había machacado y aplastado, más bien, este comenzó a girar como un cocodrilo, arrancando el brazo armado usando el giro en su favor, pateando las paredes y el suelo para impulsarse y dar los giros.

—¡Aaaaaahhhhhhhhh! —gritó ella, The Fool pensaba que se parecía a Thomas, ambos gritaban de formas similares al morderlos.

El santo escupió el brazo arrancado, mientras Alisha trataba de detener la hemorragia, ella se tiró al suelo, él se acercó sosteniendo una varilla de hierro con un trozo de escombro atravesándole, alzándolo sobre su cabeza a modo de mazo.

—El sendero, dicta que debes de llegar hasta Jojagos y morir peleando inútilmente, pero jamás dice que debas de ir completa —dijo The Fool, aplastando una pierna con su mazo—, puede que luches inútilmente porque no tendrás extremidades, ¿No te hace sentido...? Sabes... —acercándose a Alisha, susurrando en su oído—, en realidad no lo se todo sobre el sendero inmutable, no tengo idea del camino, solo del destino. Y durante todo el tiempo que llevo manteniendo todo en su lugar, nadie ha cambiado su camino, ¡Nadie! ¡Y tú, no serás la primera!

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