LIX. Motor de sangre

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01 de julio; 2006. Jojagos, Estados Unidos. 08:38 hrs.

Andersen, ahora convertido por Seraphin, se levantó, desplegando sus alas y observando a Thomas, una luz de forma redonda salía de los barrotes que la máscara tenía en la parte de los ojos. Thomas tomó su hacha larga, Andersen abrió sus garras, y ambos se lanzaron a luchar.

La postura en forma de ave que había tomado Andersen para volar, mientras que Thomas se cubría con su arma, sin embargo, Andersen no atacó, en su lugar, se elevó en el aire, manteniéndose en este como si de un ave se tratase.

¿Qué carajos está intentando? —se preguntó Thomas, observando extrañado, buscando su máscara de The Star, notando que ya no estaba—, ¿ahora ésta también desaparece? ¿Starry murió? Mierda, solo tengo la opción de usar la máscara de Oni..., o mi propia fuerza.

En el aire, Andersen se elevó bastante, moviendo sus garras para lanzar las plumas de su Santo, arrojándolas sobre Thomas. Él, observando el ataque, pensaba en qué hacer. Al final, decidió usar la máscara de Oni para potenciar sus piernas y huir del ataque, cosa que le funcionó, retirándose a donde Andersen no podía verlo bien, desde esta posición, arrojó uno de sus cuchillos, acertando en la espalda y distrayendo a su rival.

—¿En serio? ¿Otra vez cuchillos? —reclamó Andersen, arrancando el cuchillo y cubriendo la herida con una pieza de metal de sus alas.

Thomas se encogió de hombros, pues no tenía más método para atacarlo en el aire, sin alas o algo, sus opciones eran limitadas, pero las había.

Colocándose la única máscara que le quedaba, Thomas comenzó a correr, energizando sus piernas para tomar más velocidad, a fin de cuentas, tenía bastante energía que había absorbido de The Fool.

—¿Así que huirás? —preguntó Andersen a modo de burla, regresando las plumas del suelo para seguir a Thomas—, ¡corre todo lo que quieras! ¡Te voy a arrancar los brazos, mexicano de mierda!

A donde se dirigía Thomas era a un edificio caído, con distintas varillas expuestas, piezas tiradas y otros escombros por los alrededores, algunos cuantos cuerpos aplastados. Andersen, al observar que Thomas se había detenido ahí, disparó varias plumas hacia su oponente, cosa que él pudo esquivar a medias, pues algunas de ellas dieron en su pierna derecha, limitando su movimiento unos segundos. Segundos que aprovechó Andersen para lanzarse en picada con sus garras frente a él, listo para atacar de frente.

Sin embargo; Thomas tomó una varilla de metal del suelo, a pesar del peso, la fuerza que le otorgaba la máscara y la suya propia le permitieron levantar la varilla, dirigiendo la punta al rostro de Andersen, este no pudo frenar a tiempo, empalándose de frente con la lanza, atravesando desde la boca hasta la espalda baja.

Con fuerza, Thomas clavó la varilla en el suelo, mientras que Andersen se movía con brusquedad para salir, pues a pesar de que podía regenerarse del daño sin problema, aún sentía el dolor de las heridas que le ocasionaban. Con la mano derecha, Thomas blandió su hacha larga, alzándola sobre su cabeza y dejándola caer en la de Andersen, dando en el blanco y dejando rodar el casco metálico con la cabeza de Andersen dentro.

Dejando la escena, Thomas le dio la espalda a Andersen, un grave error, ya que ahora Andersen no era más un humano, o un Skinwalker, o tampoco alguien que se regeneraba de forma convencional. Era un retornado, creado por la habilidad de Seraphin y su Santo, Justice. La decapitación no era una forma de matarlo.

Muy tarde se dio cuenta de ello, pues al sentir como las plumas afiladas le cortaban los brazos, notó su error. Las extremidades cayeron, empapando el suelo de sangre.

—Sigues vivo..., impresionante... —declaró Thomas, deteniéndose por el ataque, comenzando a regenerar sus brazos—, racista de mierda.

Para librarse del empalamiento, Andersen comenzó a retroceder usando sus alas como grandes brazos, sacando la varilla de su interior, cubriendo las heridas con pequeños trozos de chatarra de los alrededores.

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