LXIV. Maldición

13 6 0
                                    

01 de julio; 2006. Jojagos, Estados Unidos. 10:01 hrs.

—¿Alguna habilidad que nos pueda causar problemas? —preguntó Alisha, tomando su parang.

—No parece tener más habilidades que cualquier otro retornado, puede volar, tiene un buen control de su elemento, aunque que la mayoría de su cuerpo sea metal lo complica bastante —respondió Thomas.

—Entonces, hay que luchar un poco más, si Thomas o yo logramos acercarnos y retenerla, podríamos quitarle su energía vital y eliminarla —agregó Josuke.

—Tengo la espada desenvainada..., chicos, no estoy seguro de si alguno de nosotros está en peligro de morir también a manos de Tyrfing, pero si ese es el caso, quiero decirles que ustedes han sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida.

—Yo también creo lo mismo, Thomas —dijo Alisha, sonrojada.

Josuke asintió, mientras que Thomas le dio su hacha de mano, en vista de que no tenía un arma más allá de su kanabo, el cual era difícil de usar.

—Demuestra que valió la pena todo lo que hemos hecho, Josuke.

Sostuvo el hacha con fuerza, determinado a pelear y probar que era alguien diferente a aquel monstruo de hacía casi mil años.

Seraphin los observaba, acercándose con el tubo cortado, pues, aunque ya no era tan largo como antes, seguía siendo grande y terminando en punta, lo que le servía como una lanza.

—Que lindo, ¿cómo has estado, Alisha? ¿Qué tal te pareció unirte a mi equipo? ¿Sigues pensando que hay lugar para un héroe en este mundo?

—No hay lugar para el héroe perfecto, pero sí para aquellos que siguen luchando por la justicia, y no importa si no son perfectos, ningún humano es perfecto, nadie puede alcanzar la perfección en su totalidad. Y aun así, podemos seguir siendo héroes. Y eso es algo que tú jamás entenderás.

—¡Hahahahahahahaha! ¡Por favor! ¡¿Un héroe humano?! ¡Es una estupidez, solo estás cubriendo tu mediocridad en una falsa capa de aceptación! Pero no te preocupes, porque te volverás una heroína de grandes proporciones, un héroe trágico. ¡Todos ustedes lo serán! Servirán para mantener mi mundo perfecto bajo el miedo, porque si ustedes no pudieron hacer nada contra mí, ¿ellos podrían?

Alisha, enfurecida por aquellas palabras, alzó su parang, dirigiendo ataques de arena hacia Seraphin, ella simplemente siguió caminando, uniendo con nuevas piezas de metal las heridas que hacía la arena, como si no pasara nada.

En vista de la situación Thomas miró a Josuke, señalándole a Seraphin con la cabeza, a lo que este asintió, dándose un mensaje para iniciar un ataque en conjunto.

Ambos corrieron hacia Seraphin, sosteniendo las armas con las que contaban, Thomas fue por las piernas, y Josuke por la cabeza, pues Alisha estaba atacando el torso.

Seraphin, vislumbrando el peligro que representaban los tres, golpeó a Josuke en el aire, arrojándolo hacia una ventana de un edificio, rompiéndola en el proceso, mientras que intentó pisar a Thomas, lo cual falló, ya que este cortó de un tajo su otra pierna metálica, haciendo que perdiera el equilibrio, así que Alisha lanzó un ataque a su cabeza, separándola del resto del cuerpo.

—¡Ellos podrán defenderse! ¡No importa si nosotros morimos aquí, siempre que haya personas en busca de justicia, lo lograrán tarde o temprano!

—Tienes..., razón... —respondió la cabeza de Seraphin—, por eso es por lo que..., solo dejaré a uno vivo...

—No si no te lo permitimos —contestó Josuke, tomando la cabeza, listo para comenzar a absorber su energía vital.

Sin embargo; un trozo de metal oxidado fue a dar a las manos de Josuke, amputándolas en un abrir y cerrar de ojos, dejando caer la cabeza de Seraphin al suelo.

SlasherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora