Nuestros labios guardan el secreto [Rivari]

Hermanas Garza

Al día siguiente tocaron la puerta del apartamento, lo que hizo que Ari se despertará.

—¿Quién está tocando a esta hora? ¿es Félix?

—No, él salió a Guadalajara con su familia— Dijo con voz ronca, apenas abriendo los ojos.

—Iré a ver quién es.

—No, quédate aquí es mi depa. Seguramente es el mojón o paquetería.

Rivers se levantó y fue a la puerta, cuando abrió —Buenos días, dormilona.

—¿Ama? Qué- qué haces aquí?— Frunció su ceño.

—Vine a hablar de lo qué pasó anoche.

—¿Qué pasó anoche?— La voz de Ari interrumpió la conversación.

—¿Qué haces aquí?— Ama se refirió a su hermana. Miró a la rubia —Rivers, ¿qué hace ella aquí?— Dijo con un tono molesto.

—Vino anoche para...

—Vine para preparar algo para su cumpleaños, acaso es molesto que venga a ver a Rivers?— Interrumpió Ari.

—No le has dicho nada, ¿verdad?

—Rivers, ¿de qué esta hablando? ¿Qué no me has dicho?

—Te puedo explicar luego...

—Vine anoche para hablar con ella, nos besamos y hubo un ambiente muy caliente que digamos— Ama interrumpió.

Las intenciones de Ama eran claras... Provocar a Ari.

—¿Qué? Como que se besaron anoche? ¿Y eso?— Dirigió su mirada a la rubia.

—Ah, ¿no te contó? Vine a verla para decirle todo, nos besamos y hasta creo qué pasó a más...

—No, no, no, perate, Ari. Es es no es cierto, no pasó a más, yo la detuve. Créeme.

—Entonces no niegas que sí se besaron?

—¿Besarnos? Wey, si hasta nos quitamos hasta la ropa.

Ari miró indignada a Rivers
—Suena peor de lo que fue. No pasó nada mayor, te lo prometo— Tartamudeó.

—Ya no sé si creerte. Se te olvidó mencionarme esta gran parte de lo que pasó anoche ¿verdad? Se te olvidó ese detallazo.

—Ari te lo puedo explicar, no fue así que pasó todo.

—Sus labios eran muy suaves, y su cintura tan suave y provocante— Ama dio pocos pasos adelante.

—Ama, ya cállate, wey— Miró a la castaña.

Ari volteó bruscamente a ver a la mayor
—¡Eso lo sé! Pendeja, ya hice eso con ella antes.

Rivers se paró en medio de ambas —¡Ya!¿Pueden parar? Esto no llevará a nada, son hermanas we. No pueden estar comportándose así.

—Si... exacto Rivers, somos hermanas, pero parece que ni les importó un carajo a ninguna.

Seguido de esto Ari recogió sus cosas
—Ari... por favor— Suplicaba la rubia.

Ari caminó hacia la puerta y se fue cerrándola con fuerza.

—¿Por qué le mientes? Ya tiene que darse cuenta que la pasaste mejor conmigo.

Rivers suspiró observando el puertazo de Ari y se acarició la frente en muestra de estrés —Ama, ya vete... por favor, quiero estar sola.

—Y no vamos a hablar de lo que pasó?