Nuestros labios guardan el secreto [Rivari]

¿Tú y yo?

—Apaga la...

—Qué quieres que apague, dime— Seguía diciendo Ari.

—Apaga la... alarma.

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De pronto Ari despertó...

Miró a su alrededor y su alarma estaba sonando repetidas veces pero lo más extraño para ella era que estaba en su habitación, no entendía por qué si hace unos segundos se encontraba en un hospital... extrañada por lo que acaba de pasar, pensó que se desmayó y estaba soñando... Pero escuchó un ruido que provenía desde abajo.

Cuidadosamente se levantó de su cama y se dirigió a las escaleras, mientras más bajaba cada escalón, sentía un ambiente pesado, el ruido se hacía más fuerte y sentía un dolor de cabeza. Cuando se asomó a la cocina se encontró con una chica cocinando frente la estufa, rubia, pequeña, con una camiseta más grande que ella y con el tono de piel de color nieve...

¿Rivers?

Ari se paralizó y su cabeza extrañamente se detuvo, parecía sólo estar ahí sin ninguna reacción alguna mirándola tratando de entender...
Rivers sintió la presencia de Ari y se volteó hacia ella. —Ah, hola Ari, ya despertaste, ¿cómo estás?

A estas palabras Ari seguía sin creer que Rivers le estaba hablando.  —¿Estás bien?— Volvió a preguntar la rubia.

—Tu-u- estás- aquí— Tartamudeó.

—Obvio, yo me quedé a dormir anoche, perra—Respondió la rubia.

Ari estaba confundida, no entendía como frente a ella estaba la chica que vió morir en sus brazos aquella noche.

Ari dió un paso hacia Rivers —¿Eres real? O solo estoy soñando?— Decía poniendo sus manos en el rostro de Rivers.

—No, esto es un sueño... Obvio soy muy real güey, ¿que putas te está pasando?— Dijo la rubia.

—Es que... Rivers, tú no puedes ser real, yo te vi morir en mis brazos... yo te vi perder la vida.

—¿De qué estás hablando? Ari, yo estoy aquí, yo no morí.

—Pero yo te vi morir cuando Juan te asfixió y Ama me contó que moriste en mis brazos, que pensé que aún seguías viva, yo... entonces no eres real y esto es un sueño. Yo estaba en el cuarto de un hospital y luego yo- yo-

—Wow, cálmate Ari, yo estoy aquí, no es un sueño... esta es la realidad, yo estaba en coma por una semana, tú estabas conmigo la noche antes de darme de alta, no recuerdas? Estabas con los demás y con mis papás.

—Pero eso fue un sueño, ¿no?

—Muy bien, es mejor que te sientes, ven. Todo está bien, yo estoy aquí, déjame te explico— Dijo Rivers dirigiéndola al sofá.

—Ari, cuando tú llegaste al departamento llamaste a paramédicos, ellos me llevaron al hospital y estuve en coma una semana, me dijiste que el doctor te llamó diciendo que me había despertado. Esa es la realidad.

—Pero me desperté en mi cuarto, bajé y me encontré con Ama, me dijo que realmente moriste... me dijo que te enterramos, luego ella se fue y me quedé dormida hasta que desperté, no aguanté más y tomé una ducha, me sentía vacía... lo siguiente que recuerdo fue despertar con Osvaldo frente a mi mientras que me decía algo que no podía entender.

—Solo fue una pesadilla, yo estoy aquí contigo, ve, tócame, soy real. Yo desperté de mi coma ayer y vinimos a tu casa... no entiendo que está pasando pero dime, ¿qué te decía Osvaldo?