De vuelta

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                                Días después...

Las tres chicas se encontraban en la casa de Ama después de una pijamada la noche anterior. Luego de haberse distanciado ya se extrañaban una a la otra y retomaron sus costumbres de salir muy a menudo.

—Ya levántense, la reservación es a las tres de la tarde— Dijo Ama sacudiendo la cama donde se encontraban acostadas Ari y Rivers.

—No entiendo porqué lo pusiste tan temprano, yo a esa hora me despierto para desayunar—Reprochó la rubia.

—Pues a qué hora piensas que vamos a comer? A la hora de la cena? Claro que no, ya levántense— Agregó Ama.

Finalmente se levantaron para proceder a arreglarse e irse al restaurante. Mientras Ama se terminaba de maquillar Ari se vestía y Rivers se planchaba el pelo. Terminándose de arreglar Ama les ofreció el café que había pedido mientras Ari y Rivers se cambiaban.
—Tengan, para que entren al mood.

—Yo entro en el mood con alcohol, Ama.

A ambas hermanas les causó gracia. Tomaron los cafés y se dirigieron al vehículo que las transportaría a la tienda para comprar cosas que necesitaban antes de ir al restaurante.



En la tienda...



—Yo quiero comprar mini juegos, tengo ganas de gastar mi dinero en mamadas— Dijo la rubia.

—Yo también, además, quiero comprar algo de ropa si nos vamos a ir a Estados Unidos— Ari comentó.

—No trajiste ropa?— Preguntó la castaña.

—No, no sabía que después iríamos a Estados Unidos.

—Claro que sabías, lo hablamos anoche en mi casa, debiste traer algo de ropa para algunos días.

—Ama, estaba pedisíma ayer, no me acuerdo ni de como llegué a tu casa y quieres que me acuerde de eso.

—Ari, si te dijimos, incluso ayer escribiste por el grupo que qué me pondría para venir combinadas, no te hagas pendeja— Rivers agregó.

—No me acordaba, ya está. Puedo comprar aquí en el mall, cual es el escándalo. Me piden mucho cuando estoy ebria.

Las tres chicas se pasaron por cada pasillo de la tienda en busca de algo de ropa y cosas que necesitaban, Ari se encontraba buscando ropa de su gusto, mientras que Ama y Rivers la seguían por cada pasillo. En uno de los pasillos Rivers se asomó hacia el siguiente y vió que era uno de sus favoritos, la parte de juguetes.

Rivers tomó la mano de Ama y la llevó al pasillo de juguetes mientras Ari terminaba de escoger ropa. Sus ojos se iluminaron como niñas, eran adultas que aún gustaban de jugar con cosas para niños.

Caminaban por el pasillo levantando las vista hacia los estantes con varios juegos posicionados, Ama se detuvo al ver algo que llamó su atención —Rivers, mira. Huevos sorpresa con mini comida adentro, lo quiero.

—Morras, ya agarraron que quieren comprar?—Intervino la voz de Ari al llegar al pasillo.

—Si, no quieres uno?— Ama preguntó.

Ari asintió con la cabeza y Ama procedió a buscar un juguete para su hermana.




En el restaurante...




Tomaron asiento y una mesera se acercó a su mesa en pocos minutos —¿Qué van a tomar?—Pidieron sus tragos, la mesera anotó todo y se retiró de la mesa.

—Después de comer vamos a caminar por la plaza ¿no?— Preguntó Ari.

—Si, igual después vamos a tu casa a ver películas o si quieren a la mía— Rivers respondió.

Nuestros labios guardan el secreto [Rivari]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora