"A veces me pregunto cuando duermes: "¿alguna vez estarás soñando conmigo?" A veces cuando te miro a los ojos, pretendo que eres mío todo el maldito tiempo."
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—A ver... yo creo que, hada.— dijo Anya.
—¿Hada? Eso suena lindo...— dijo Lia mientras miraba hacia el campo.
Lia y Anya estaban en las gradas del campo de quidditch esperando a que Cedric, Chris y Dante terminarán de "entrenar" porque era viernes y habían planeado hacer un picnic en un campo no muy lejos del castillo.
—¿Tú ya pensaste en tu disfraz?— preguntó Anya.
—Si.— dijo Lia asintiendo con una sonrisa. —Estaba pensando en... una Diosa Griega.
—¡No puede ser!— dijo Anya emocionada. —¡Te quedará perfecto!
Lia sonrió ante la entusiasmo de su amiga. —Gracias, Any. Creo que será divertido elegir un vestido elegante y agregar algunos toques dorados para darle ese aspecto divino.
Anya asintió con entusiasmo. —Sí, definitivamente. Y tal vez puedas llevar una corona de laurel o algo así para darle el toque final, pero dorada también, te verás divina.
—Eso es una muy buena idea... ¿que hay de tu disfraz?
—Estaba pensando en... un vestido blanco, unas alas de un color muy clarito y una corona de flores.
—¡Oh Dios mío, si!— dijo Lia emocionada. —Eso suena muy bien, ¡te verás hermosa!
—¡Lo sé! Dios que emoción... esa fiesta fue lo mejor que se te pudo haber ocurrido... quiero decir, está en boca de toda la escuela, todo el mundo está veinticuatro siete hablando sobre la fiesta.
—Lo sé... es bastante emocionante y más cuando no se había hecho algo así antes... no sé cómo no se le ocurrió a nadie...
—Es que tu eres una mastermind.— dijo Anya encogiéndose de hombros.
Lia rió. —¿de que crees que se disfrazarán los gemelos Weasley?— preguntó.
—No sé.— dijo Anya. —pero no me extraña que vayan a salir con alguna locura.
—Oh, claro que lo harán.— dijo Lia obvia.
En ese momento ambas chicas vieron como los chicos bajaban hasta acercarse al principio de las gradas para tomar agua.
—Creo que ya terminaron.— dijo Anya.
—Vamos.— dijo Lia.
Ambas chicas bajaron, acercándose a dónde ellos estaban, se veían agitados y sus ropas casi mojadas por el sudor... eso fue lo primero que notó Lia en Cedric, como su camisa blanca se pegaba a su marcado cuerpo por el sudor.
—¿Terminaron ya?— preguntó Anya y Dante asintió mientras tomaba agua. —Por fin... ya se estaban tardando.
—Aprendimos una nueva estrategia hoy.— dijo Chris. —Con eso vamos a patear traseros en el primer partido que tengamos.
