"A veces me pregunto cuando duermes: "¿alguna vez estarás soñando conmigo?" A veces cuando te miro a los ojos, pretendo que eres mío todo el maldito tiempo."
⚠️Este capítulo contiene escenas explícitas, (sexuales, +18, como quieran llamarle) que pueden resultar incómodas para el lector, se recomienda leer con discreción y si no se sienten cómodos pueden saltarse esa parte del capítulo o dejar de leer si gustan.⚠️
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—Dante y Chris están planeando a lo grande una fiesta en la sala común de Hufflepuff si Cedric gana la segunda prueba del torneo, créeme. Por cierto, ¿ya logró descifrarlo? ¿Lo del huevo?
—Aún no... él está un poco estresado por eso, pero aún tiene una semana, sé que lo va a lograr, se lo digo todo el tiempo.
—Claro que si, pero, ¿no se ayudan entre ellos? Quiero decir... ¿Cedric no le consulta nada a los demás competidores?
—Si, pero ellos aún no lo resuelven, incluso yo misma hablé con Harry sobre eso y él está literalmente a punto de matarse.
—Mira, cuando Dumbledore anunció el torneo fue lo más emocionante para todos y ahí estaban los cabeza huecas con sus pendejadas queriendo participar y esas mierdas, ¡¿y ahora?!, ahora están haciendo trabajar bien duro a la única neurona que tienen en el cerebro.
—Anya...
—¿Que, Lia? ¡Si es verdad! No entiendo por qué los hombres son tan brutos, te juro eh, se dejan llevar por la emociones, no piensan con el cerebro, piensas con las patas.
—Claro, están en todo lo correcto... ¿de quien hablamos?— preguntó Dante después de colocarle el brazo a Anya por los hombros.
—Estoy hablando de ti, de todos los hombres, son unos estúpidos.
—¿Y yo que hice?
—Está molestando.— dijo Lía.
—Ah bueno... oye Lia, ¿donde está el idiota Diggory? Estoy buscándolo hace rato.
—Está en la biblioteca, esperando por su novia.— se señaló asimisma.— así que ya me voy, nos vemos.
—¿No van a cenar?— preguntó Anya.
—Si, nos veremos en el comedor.
—Les guardamos sus asientos.— dijo Dante a lo que Lia agradeció.
Liahna se encaminó hacia la biblioteca, pensando en Cedric mientras recorría los pasillos del castillo. Estaba preocupada por él debido al estrés que enfrentaba con la segunda prueba del torneo, quería ayudarle, pero no sabía absolutamente nada sobre eso.
Al llegar a la biblioteca, encontró a Cedric concentrado en un libro, sumergido en sus pensamientos. Se acercó a él con una sonrisa suave.
—Hola, mi amor. ¿Cómo va todo?— preguntó Liahna mientras se sentaba a su lado.
Cedric levantó la vista, iluminado al ver a Lia. —Hola, cariño. Bien, estaba... intentando resolver el enigma del huevo, pero está resultando más complicado de lo que pensé.
