"A veces me pregunto cuando duermes: "¿alguna vez estarás soñando conmigo?" A veces cuando te miro a los ojos, pretendo que eres mío todo el maldito tiempo."
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Lia permanecía en silencio, su mirada fija en los ojos de Cedric, como si buscara respuestas en ellos. Sus sentimientos se mezclaban, añadiendo un ritmo suave a la atmósfera cargada de emociones.
—¿Cómo sé que esta vez será diferente?— preguntó Lia con voz temblorosa, sus ojos reflejando la vulnerabilidad que sentía.
Cedric acarició suavemente su mejilla. —Porque estoy dispuesto a cambiar, a aprender de mis errores. Porque te amo, Lia, y no quiero perderte de nuevo... haré las cosas bien, ya te dije todo lo que siento por ti y eso era lo que necesitaba para poder seguir adelante.
Un suspiro escapó de los labios de Lia mientras consideraba sus palabras. Las lágrimas aún brillaban en sus ojos, pero ahora parecían mezclarse con un destello de esperanza.
—No quiero seguir sintiéndome perdida y confundida contigo, Cedric... me da miedo que vuelva a pasar lo mismo una y otra vez.— confesó Lia, su voz ahogada por la emoción. —Pero también... no quiero dejar de amarte...
Cedric la abrazó con más fuerza, como si temiera que ella desapareciera entre sus brazos. —No te pediré que olvides, Lia. Solo te pido una oportunidad para demostrar que puedo hacer las cosas bien. Te juro que no te lastimaré nuevamente, eres lo mas importante para mi.
Lia asintió lentamente, sintiendo que la tormenta interna empezaba a disiparse. Cedric la miró con gratitud, sus ojos expresando un compromiso genuino.
—Vamos a tomar las cosas despacio, Cedric.— dijo Lia, encontrando un equilibrio entre la precaución y la posibilidad de un nuevo comienzo.
Cedric sonrió con ternura. —Lo que sea que necesites, Lils. Estoy dispuesto a esperar, a luchar por nosotros... será como tú lo prefieras.
Ella lo miró unos segundos y luego los dos se quedaron allí, abrazados, sintiendo que ese momento marcaba el inicio de algo nuevo. Sabían que el camino hacia la recuperación sería difícil, pero también entendían que juntos, tenían una oportunidad de construir algo más fuerte.
Lia deseaba con todo su corazón no haberse equivocado tomando esa decisión y esperaba que Cedric estuviera siendo cien por ciento honesto con ella porque ella no soportaría una más, apretó los ojos mientras sentía el aroma de él entrando por sus fosas nasales... como había extrañado abrazarlo.
Cedric se separó un poco de ella y acarició suavemente su mejilla mientras la miraba a los ojos. —Te amo Lia... créeme que lo hago, con todo mi corazón.— reiteró Cedric, buscando transmitir la sinceridad de sus sentimientos.
Lia sintió el peso de esas palabras, y aunque su corazón aún albergaba miedos y cicatrices, también comenzaba a abrirse a la posibilidad de una nueva etapa. Cedric se inclinó ligeramente y besó su frente con ternura.
Ella se permitió sonreír tímidamente, aunque las lágrimas todavía seguían allí, como testigos de la montaña rusa emocional que habían experimentado. Cedric la abrazó de nuevo, decidido a hacer todo lo posible para reconstruir la confianza que se había perdido.
