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 Lia se encontró caminando por un hermoso bosque iluminado por una luz dorada y suave

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Lia se encontró caminando por un hermoso bosque iluminado por una luz dorada y suave. Los árboles eran altos y majestuosos, y el suelo estaba cubierto de flores brillantes y coloridas. El aire estaba lleno de una fragancia dulce y calmante que la hizo sentir tranquila y segura.

Mientras avanzaba, escuchó una risa familiar. Siguió el sonido, y pronto vio a Cedric parado junto a un lago cristalino. Estaba sonriendo, con una expresión de pura felicidad en su rostro.

—¿Cedric?— preguntó ella con el ceño fruncido.

Cedric giró hacia ella, su sonrisa ampliándose al verla. —Lia, has venido.— dijo, su voz llena de calidez.

Lia se acercó, sintiendo una extraña mezcla de alegría y preocupación. —¿Dónde estamos?— preguntó, mirando a su alrededor.

Cedric extendió su mano hacia ella, y Lia la tomó, sintiendo una conexión inmediata con él. —Estamos en un lugar especial— respondió él, su voz suave y tranquilizadora. —Un lugar donde siempre estaremos juntos y a salvo.

Lia sonrió, sintiendo una paz que no había experimentado en mucho tiempo.

—¿Como llegué aquí?— preguntó ella mirando a su alrededor. —¿como llegamos aquí?

—No tienes que hacer tantas preguntas curiosilla.— dijo él mirándola.

—Es muy bonito... pero... no me importa donde esté mientras esté contigo... mientras tú estés a mi lado, nada podrá lastimarme.

Cedric asintió. —¿Y si un día ya no estoy?— preguntó él haciendo que ella frunciera el ceño. —Si un día no estoy más a tu lado... ¿serías fuerte por mi?

Lia frunció el ceño, sintiendo una punzada de inquietud en su corazón. —¿Por qué dices eso, Cedric?— preguntó, su voz temblando ligeramente.

Cedric miró el lago, su expresión tornándose seria. —Lia, hay cosas que no podemos controlar, cosas que pueden cambiar en un instante.

Lia apretó su mano con más fuerza, negando con la cabeza. —No... no, amor, no hables así. Siempre estaremos juntos, Cedric. No puedo imaginar mi vida sin ti.

Cedric la miró, sus ojos llenos de una tristeza inexplicable. —Quiero que seas fuerte, Lia. Quiero que vivas tu vida plenamente, incluso si yo no estoy a tu lado.

—No me gusta que digas esas cosas Cedric... basta, me lastimas.

—Solo quiero lo mejor para ti... lo sabes.

Las palabras de Cedric comenzaron a desvanecerse en el aire, y el hermoso bosque a su alrededor empezó a desintegrarse, oscureciéndose. Lia sintió un frío profundo invadir su ser, la paz que había sentido hacía unos momentos desapareciendo.

—¡No!— gritó Lia, tratando de aferrarse a Cedric. —¡No te vayas!

Cedric comenzó a desvanecerse, su figura desdibujándose en la creciente oscuridad. —Sé fuerte por mí, Lia. Siempre estaré contigo, en tu corazón.

Delicate (Cedric Diggory)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora